¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y
meditar el Evangelio, en este jueves de la 32a semana del Tiempo Ordinario,
ciclo C.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Lucas 17,20-25
Lectio
Jueves, 14 noviembre
de 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios omnipotente y misericordioso,
aparta de nosotros todos los males, para que, bien dispuesto nuestro cuerpo y
nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu voluntad. Por nuestro
Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 17,20-25
Habiéndole preguntado
los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «La venida del
Reino de Dios no se producirá aparatosamente, ni se dirá: `Vedlo aquí o allá',
porque, mirad, el Reino de Dios ya está entre vosotros.» Dijo a sus discípulos:
«Días vendrán en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y
no lo veréis. Y os dirán: `Vedlo aquí, vedlo allá.' No vayáis, ni corráis
detrás. Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del
cielo, así será el Hijo del hombre en su Día. Pero antes tendrá que padecer
mucho y ser reprobado por esta generación.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos trae una
discusión entre Jesús y los fariseos sobre el momento de la venida del Reino.
Los evangelios de hoy y de los próximos días tratan de la llegada del fin de
los tiempos.
• Lucas 17,20-21: El Reino en medio
de nosotros. “Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de
Dios, les respondió: «La venida del Reino de Dios no se producirá
aparatosamente ni se dirá: `Vedlo aquí o allá', porque, mirad, el Reino de Dios
ya está entre vosotros". Los fariseos pensaban que el Reino podía llegar
solamente si la gente llegaba a la perfecta observancia de la Ley de Dios. Para
ellos, la venida del Reino sería la recompensa de Dios al buen comportamiento
de la gente, y el mesías llegaría de forma solemne como un rey, recibido por su
pueblo. Jesús dice lo contrario. La llegada del Reino no puede ser observada
como se observa la llegada de los reyes de la tierra. Para Jesús, el Reino de
Dios ¡ha llegado! Ya está en medio de nosotros, independientemente de nuestro
esfuerzo o de nuestro mérito. Jesús tiene otro modo de ver las cosas. Tiene
otra mirada para leer la vida. Prefiere al samaritano que vive en la gratitud a
los nueve que piensan que merecen el bien que reciben de Dios (Lc 17,17-19).
• Lucas 17,22-24: Señales para
reconocer la venida del Hijo del Hombre. “Días vendrán en que desearéis ver uno
solo de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis. Y os dirán: `Vedlo aquí,
vedlo allá.' No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago fulgurante
que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su
Día.”. En esta afirmación de Jesús existen elementos que vienen de la visión
apocalíptica de la historia, muy común en los siglos antes y después de Jesús.
La visión apocalíptica de la historia tiene la siguiente característica. En
épocas de gran persecución y de opresión, los pobres tienen la impresión de que
Dios perdió el control de la historia. Ellos se sienten perdidos, sin horizonte
y sin esperanza de liberación. En estos momentos de aparente ausencia de Dios,
la profecía asume la forma de apocalipsis. Los apocalípticos, tratan de
iluminar a la situación desesperadora con la luz de la fe para ayudar a la
gente a no perder la esperanza y para que siga con valor la caminada. Para
mostrar que Dios no ha perdido el control de la historia, ellos describen las
varias etapas de la realización del proyecto de Dios a través de la historia.
Iniciado en un determinado momento significativo en el pasado, este proyecto de
Dios avanza, etapa por etapa, a través de la situación actual vivida por los
pobres, hasta la victoria final al final de la historia. De este modo, los
apocalípticos sitúan el momento presente como una etapa ya prevista dentro del
conjunto más amplio del proyecto de Dios. En general, la última etapa antes de
la llegada del final se presenta como un momento de sufrimiento y de crisis,
del que muchos quieren aprovechar para ilusionar a la gente diciendo: “Está
aquí' o: 'Está allí'. No vayáis, ni corráis detrás. Porque, como relámpago
fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del
hombre en su Día.” Con la mirada de fe que Jesús comunica, los pobres van a
poder percibir que el reino está ya en medio de ellos (Lc 17,21), como un
relámpago, sin sombra de duda. La venida del Reino trae consigo su propia
evidencia y no depende de los pronósticos de los demás.
• Lucas 17,25: Por la Cruz hasta la
Gloria. “Pero antes tendrá que padecer mucho y ser reprobado por esta
generación”. Siempre la misma advertencia: la Cruz, escándalo para los judíos y
locura para los griegos, pero para nosotros es expresión de la sabiduría y del
poder de Dios (1Cor 1,18.23). El camino para la Gloria pasa por la cruz. La
vida de Jesús es nuestro canon, es la norma canónica para todos nosotros.
4) Para la reflexión
personal
• Jesús dice: “¡El reino está en
medio de vosotros!” ¿Has descubierto alguna señal de la presencia del Reino en
tu vida, en la vida de tu gente o en la vida de tu comunidad?
• La cruz en la vida. El sufrimiento.
¿Cómo ves el sufrimiento y qué haces con él?
5) Oración final
Dios guarda por siempre su lealtad,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor libera a los condenados.
(Sal 146,6-7)
Orden de los Carmelitas
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