¡Amor
y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este jueves cde la 34ª semana
del Tiempo Ordmario, ciclo C.
Dios
nos bendice...
Lectio
Divina: Lucas 21,20-28
Lectio
Jueves,
28 Noviembre , 2019
Tiempo Ordinario
1)
Oración inicial
Mueve, Señor, los corazones de tus hijos, para que,
correspondiendo generosamente a tu gracia, reciban con mayor abundancia la
ayuda de tu bondad. Por nuestro Señor.
2)
Lectura
Del Evangelio según Lucas 21,20-28
«Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed
entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea que
huyan a los montes; los que estén en medio de la ciudad que se alejen; y los
que estén en los campos que no entren en ella; porque éstos son días de
venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito. ¡Ay de las que estén
encinta o criando en aquellos días! «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre
la tierra y cólera contra este pueblo. Caerán a filo de espada, y serán
llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los
gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles llegue a su cumplimiento. «Habrá
señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de
la gente, trastornada por el estruendo del mar y de las olas. Los hombres se
quedarán sin aliento por el terror y la ansiedad ante las cosas que se abatirán
sobre el mundo, porque las fuerzas de los cielos se tambalearán. Y entonces
verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando
empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza, porque se
acerca vuestra liberación.»
3)
Reflexión
• En el evangelio de hoy sigue el Discurso Apocalíptico
con más señales, la 7ª y la 8a, que debían de acontecer antes de la llegada del
fin de los tiempos o mejor antes de la llegada del fin de este mundo para dar
lugar al nuevo mundo, al “cielo nuevo y a la tierra nueva” (Is 65,17). La
séptima señal es la destrucción de Jerusalén y la octava es los cambios en la
antigua creación.
• Lucas 21,20-24. La séptima señal: la destrucción de
Jerusalén. Jerusalén era para ellos la Ciudad Eterna. Y ahora ¡estaba destruida!
¿Cómo explicar este hecho? ¿Dios no tiene en cuenta el mensaje? Es difícil para
nosotros imaginarnos el trauma y la crisis de fe que la destrucción de
Jerusalén causó en las comunidades de tantos judíos y cristianos. Cabe aquí una
breve observación sobre la composición de los Evangelios de Lucas y de Marcos.
Lucas escribe en el año 85. Se sirve del evangelio de Marcos para componer su
narrativa sobre Jesús. Marcos escribe en el año 70, el mismo año en que
Jerusalén estaba siendo cercada y destruida por los ejércitos romanos. Por
esto, Marcos escribió dando una cita al lector: “Cuando vierais la abominable
desolación instalada donde no debe – el que lee entienda – entonces los que
estén en Judea huyan a los montes” (Mc 13,14). Cuando Lucas menciona la destrucción
de Jerusalén, Jerusalén estaba en ruinas desde hace quince años. Por esto él
omite el paréntesis de Marcos. Lucas dice: "Cuando veáis a Jerusalén
cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces,
los que estén en Judea que huyan a los montes; los que estén en medio de la
ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no entren en ella;
porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está
escrito. ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Habrá, en
efecto, una gran calamidad sobre la tierra y cólera contra este pueblo.
Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el tiempo de los gentiles
llegue a su cumplimiento”. Al oír a Jesús que anunciaba la persecución (6ª
señal) y la destrucción de Jerusalén (7ª señal), los lectores de las
comunidades perseguidas del tiempo de Lucas concluían: “Este es nuestro hoy.
¡Estamos en la 6ª señal!”
• Lucas 21,25-26: La octava señal: mudanzas en el sol y
en la luna. ¿Cuándo será el fin? Al final después de haber oído hablar de todas
estas señales que ya habían acontecido, quedaba en pie la pregunta: “El
proyecto de Dios avanza mucho y las etapas previstas por Jesús se realizaron
ya. Ahora estamos en la sexta y en la séptima etapa. ¿Cuántas etapas o señales
faltan hasta que llegue el fin? ¿Falta mucho?” La respuesta viene ahora en la
8ª señal: "Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la
tierra, angustia de la gente, trastornada por el estruendo del mar y de las
olas. Los hombres se quedarán sin aliento por el terror y la ansiedad ante las
cosas que se abatirán sobre el mundo, porque las fuerzas de los cielos se
tambalearán”. La 8ª señal es diferente de las otras señales. Las señales en el
cielo y en la tierra son una muestra de lo que está llegando, al mismo tiempo,
el fin del viejo mundo, de la antigua creación y el comienzo de la llegada del
cielo nueva y de la tierra nueva. Cuando la cáscara del huevo empieza a
rasgarse es señal de que lo nuevo está apareciendo. Es la llegada del Mundo
Nuevo que está provocando la desintegración del mundo antiguo. Conclusión:
¡falta muy poco! El Reino de Dios está llegando.
• Lucas 21,27-28: La llegada del Reino de Dios y la
aparición del Hijo del Hombre. “Y entonces verán venir al Hijo del hombre en
una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad
ánimo y levantad la cabeza, porque se acerca vuestra liberación.” En este
anuncio, Jesús describe la llegada del Reino con imágenes sacadas de la
profecía de Daniel (Dan 7,1-14). Daniel dice que, después de las desgracias
causadas por los reinos de este mundo, vendrá el Reino de Dios. Los reinos de
este mundo, todos ellos, tienen figura de animal: león, oso, pantera y bestias
salvajes (Dn 7,3-7). Son reinos animales, deshumanizan la vida, como acontece
con ¡el reino neoliberal hasta hoy! El Reino de Dios, pues, aparece como un
aspecto del Hijo del Hombre, esto es, con un aspecto humano de gente (Dn 7,13).
Es un reino humano. Construir este reino que humaniza, es tarea de la gente de
las comunidades. Es la nueva historia que debemos realizar y que debe reunir a
la gente de los cuatro lados del mundo. El título Hijo del Hombre es el nombre
que a Jesús le gustaba usar. Solamente en los cuatro evangelios, este nombre
aparece más de 80 (ochenta) veces. Todo dolor que soportamos desde ahora, toda
la lucha a favor de la vida, toda la persecución por causa de la justicia, todo
el dolor de parto, es semilla del Reino que va a llegar en la 8ª señal.
4)
Para la reflexión personal
• Persecución de las comunidades. Destrucción de
Jerusalén. Desesperación. Ante los acontecimientos que hoy hacen sufrir a la
gente ¿me desespero? ¿Cuál es la fuente de mi esperanza?
• Hijo de Hombre es el título que Jesús gustaba usar. El
quería humanizar la vida. Cuanto más humano, más divino, decía el Papa León
Magno. En mi relación con los demás, ¿soy humano?
5)
Oración final
Bueno es el Señor y eterno su amor,
su lealtad perdura de edad en edad. (Sal 100,5)
su lealtad perdura de edad en edad. (Sal 100,5)
Orden de los Carmelitas
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