¡Amor y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes
de la 29a semana del Tiempo Ordinario, ciclo C:
Dios nos
bendice...
Lectio
Lunes, 21 Octubre ,
2019
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y
eterno, te pedimos entregarnos a ti con fidelidad y servirte con sincero
corazón. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Lucas 12,13-21
Uno de la gente le
dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.» Él le
respondió: «¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre
vosotros?» Y les dijo: «Mirad y guardaos de toda codicia, porque, aunque
alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.» Les dijo
una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba
entre sí, diciendo: `¿Qué haré, pues no tengo dónde almacenar mi cosecha?' Y
dijo: `Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más
grandes, reuniré allí todo mi trigo y mis bienes y diré a mi alma: Alma, tienes
muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.'
Pero Dios le dijo: `¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas
que preparaste, ¿para quién serán?' Así es el que atesora riquezas para sí y no
se enriquece en orden a Dios.»
3) Reflexión
● El relato del
evangelio de hoy se encuentra sólo en el Evangelio de Lucas y no tiene paralelo
en otros evangelios. Forma parte de la descripción del camino de Jesús, desde
Galilea hasta Jerusalén (Lc 9,51 a 19,28), en el que Lucas coloca la mayor
parte de las informaciones que consigue recoger respecto de Jesús y que no se
encuentran en los otros tres evangelios (cf. Lc 1,2-3). El evangelio de hoy nos
trae la respuesta de Jesús a la persona que le pidió que mediara en el reparto
de una herencia.
● Lucas 12,13: Un pedido para repartir la herencia.
“Uno de la gente le dijo: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia
conmigo.” Hasta hoy, la distribución
de la herencia entre los familiares es siempre una cuestión delicada y, muchas
veces, ocasiona infinitas discusiones y tensiones. En aquel tiempo, la herencia
tenía que ver también con la identidad de las personas (1Re 21,1-3) y con su
supervivencia (Núm 27,1-11; 36,1-12). El mayor problema era la distribución de
las tierras entre los hijos del fallecido padre. Siendo una familia grande, se
corría el peligro de que la herencia se desmenuzara en pequeños pedazos de
tierra que no podrían garantizar la supervivencia de todos. Por esto, para
evitar la desintegración o pulverización de la herencia y mantener vivo el
nombre de familia, el mayor de los hijos recibía el doble de la herencia (Dt
21,17. cf. 2Re 2,11).
● Lucas
12,14-15: Respuesta
de Jesús: cuidado con la ganancia. “Jesús respondió: "¿Hombre, ¿Quién me
ha constituido juez o repartidor entre vosotros?” En la respuesta de Jesús se ve la conciencia que tenía de su
misión. Jesús no se siente enviado por Dios para atender el pedido de arbitrar
entre los parientes que se pelean entre sí por el reparto de la herencia. Pero
el pedido despierta en él la misión de orientar a las personas, pues: “Les dijo: Mirad y guardaos de toda
codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le
garantizan la vida.” Formaba parte
de su misión el esclarecer a las personas respecto del sentido de la vida. El
valor de una vida no consiste en tener muchas
cosas, sino en ser rico para Dios (Lc 12,21). Pues, cuando la
ganancia ocupa el corazón, no se llega a repartir la herencia con equidad y con
paz.
● Lucas
12,16-19: La
parábola que hace pensar en el sentido de la vida. Inmediatamente después Jesús cuenta una parábola para
ayudar a las personas a reflexionar sobre el sentido de la vida: "Los campos de cierto hombre
rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: ¿Qué haré, pues no tengo
dónde almacenar mi cosecha” El
hombre rico está totalmente encerrado en la preocupación de sus bienes que
aumentarán de repente por causa de una cosecha abundante. Piensa sólo en
acumular para garantizarse una vida despreocupada. Dice: “Y dijo: Voy
a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes, reuniré
allí todo mi trigo y mis bienes y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en
reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.'
● Lucas 12,20: Primera conclusión de la parábola.
“Pero Dios le dijo: ¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas
que preparaste, ¿para quién serán?' La
muerte es una llave importante para redescubrir el sentido verdadero de la
vida. Relativiza todo, pues muestra lo que perece y lo que permanece. Quien
sólo busca tener y olvida el ser pierde todo en la hora de la muerte. Aquí se
evidencia un pensamiento muy frecuente en los libros sapienciales: para qué
acumular bienes en esta vida, si no sabes dónde poner los bienes que acumulas,
ni sabes lo que el heredero va a hacer con aquello que tu le dejas (Ecl
2,12.18-19.21).
● Lucas 12,21: Segunda conclusión de la parábola.
“Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a
Dios.”. ¿Cómo volverse rico para
Dios? Jesús dio diversas sugerencias y consejos: quien quiere ser el primero,
que sea el último (Mt 20,27; Mc 9,35; 10,44); es mejor dar que recibir (At
20,35); el mayor es el menor (Mt 18,4; 23,11; Lc 9,48) guarda su vida aquel que
la pierde (Mt 10,39; 16,25; Mc 8,35; Lc 9,24).
4) Para la reflexión
personal
● El hombre pide a
Jesús que le ayude en el reparto de la herencia. Y tú ¿qué pides a Dios en tus
oraciones?
● El consumismo crea
necesidades y despierta en nosotros el deseo de acumular. ¿Qué haces tú para no
ser víctima de la sociedad de consumo?
5) Oración final
¡Aclama al Señor,
tierra entera,
servid al Señor con
alegría,
llegaos a él con
júbilo! (Sal 100,1-2)
Orden
de los Carmelitas
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