¡Amor y paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este
miércoles de la 28a semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 11,42-46
Lectio
Miércoles, 16
Octubre , 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Te pedimos, Señor, que tu gracia
continuamente nos preceda y acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar
siempre el bien. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 11,42-46
Pero, ¡ay de vosotros, los fariseos,
que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y dejáis a un
lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar, aunque
sin omitir aquello.¡Ay de vosotros, los fariseos, que amáis el primer asiento
en las sinagogas y que se os salude en las plazas! ¡Ay de vosotros, pues sois
como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!»
Uno de los legistas le respondió:
«¡Maestro, diciendo estas cosas también nos injurias a nosotros!» Pero él dijo:
«¡Ay también de vosotros, los legistas, que imponéis a los hombres cargas
intolerables, y vosotros no las tocáis ni con uno de vuestros dedos!
3) Reflexión
• En el Evangelio de hoy sigue la
relación conflictiva entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Hoy,
en la Iglesia, se vive el mismo conflicto. En una determinada diócesis, el
obispo convocó a los pobres a que participaran activamente. Ellos escucharon
las peticiones y muchos de ellos empezaron a participar. Surgió un serio
conflicto. Los ricos decían que habían sido excluidos y algunos sacerdotes
empezaron a decir: “¡El obispo hace política y olvida el evangelio!”
• Lucas 11,42: “Pero, ¡ay de
vosotros, los fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de toda
hortaliza, y dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que
había que practicar, aunque sin omitir aquello.”. Esta crítica de Jesús contra
los líderes religiosos de aquella época puede ser repetido contra muchos
líderes religiosos de los siglos siguientes, hasta hoy. Muchas veces, en nombre
de Dios, insistimos en detalles y olvidamos la justicia y el amor. Por ejemplo,
el jansenismo volvió árida la vivencia de la fe, insistiendo en observancias y
penitencias que desviaban a la gente del camino de amor. La hermana carmelita
Santa Teresa de Lisieux se crió en ese ambiente jansenista que caracterizaba a
Francia hacia los finales del siglo XIX. Fue a partir de una dolorosa
experiencia personal, que ella supo recuperar la gratuidad del amor de Dios
como una fuerza que tiene que animar por dentro la observancia de las normas.
Pues, sin la experiencia del amor, las observancias hacen de Dios un ídolo.
La observación final de Jesús decía:
“No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a
abolir, sino a dar cumplimiento. Os lo aseguro: mientras duren el cielo y la
tierra, no dejará de estar vigente ni una i ni una tilde de la ley sin que todo
se cumpla. Por tanto, el que traspase uno de estos mandamientos más pequeños y
así lo enseñe a los hombres, será el más pequeño en el Reino de los Cielos; en
cambio, el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los
Cielos. Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que la de los
escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos”. Jesús llama la
atención de los discípulos sobre el comportamiento hipócrita de algunos
fariseos. A ellos les gustaba circular por las plazas con largas túnicas,
recibir el saludo de la gente, ocupar los primeros lugares en las sinagogas y
lugares de honor en los banquetes (cf. Mt 6,5; 23,5-7). ¡Marcos añade que a
ellos les gustaba entrar en las casas de las viudas y hacer largas preces en
cambio de dinero! Personas así recibirán un juicio muy severo (Mc 12,38-40).
Hoy en nuestra Iglesia ocurre lo mismo.
• Lucas 11,44: Ay de vosotros,
sepulcros que no se ven. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues
sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero
por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también
vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis
llenos de hipocresía y de iniquidad” (Mt 23,27-28). La imagen de los “sepulcros
blanqueados” habla por sí sola y no necesita comentarios. Por medio de ella,
Jesús condena a los que tienen una apariencia ficticia de persona correcta,
pero cuyo interior es la negación total de aquello que quieren hacer por fuera.
Lucas, habla de sepulcros escondidos: “¡Ay de vosotros, pues sois como los
sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo".
Quien pisa o toca un sepulcro se vuelve impuro, lo mismo cuando el sepulcro
está escondido bajo tierra. La imagen es muy fuerte: por fuera, el fariseo de
siempre parece justo y bueno, pero ese aspecto es un engaño, pues en su
interior existe un sepulcro escondido que, si la gente no sabe darse cuenta,
difunde un veneno que mata, comunica una mentalidad que aleja de Dios, sugiere
una comprensión errada de la Buena Noticia del Reino. Una ideología que hace del
Dios vivo, ¡un ídolo muerto!
• Lucas 11,45-46: Crítica del doctor
de la ley y la respuesta de Jesús. “Uno de los legistas le respondió:
«¡Maestro, diciendo estas cosas también nos injurias a nosotros!” En la
respuesta Jesús no se vuelve atrás, sino que deja bien claro que la misma crítica
vale también para los escribas: "¡Ay también de vosotros, los legistas,
que imponéis a los hombres cargas intolerables, y vosotros no las tocáis ni con
uno de vuestros dedos!”. En el Sermón de la Montaña, Jesús expresa la misma
crítica que sirve de comentario: “En la cátedra de Moisés se han sentado los
escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no
imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a
las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas” (Mt
23,2-4).
4) Para la reflexión
personal
• La hipocresía mantiene una
apariencia engañadora. ¿hasta dónde actúa en mí la hipocresía? ¿Hasta dónde
actúa en nuestra Iglesia?
• Jesús criticaba a los escribas que
insistían en la observancia disciplinar de las cosas minutas de la ley como el
diezmo de la menta, de la ruda y de toda hortaliza, y olvidan insistir en el
objetivo de la ley que es la práctica de la justicia y del amor. Esta crítica
¿vale también para mí?
5) Oración final
Feliz quien no sigue consejos de
malvados
ni anda mezclado con pecadores
ni en grupos de necios toma asiento,
sino que se recrea en la ley del
Señor,
susurrando su ley día y noche. (Sal
1,1-2)
Orden de los Carmelitas
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