¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este jueves de la 22a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 5,1-11
Lectio
Jueves, 5 Septiembre
, 2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso, de quien procede
todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que,
haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con
solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según
Lucas 5,1-11
Estaba él a la orilla del lago
Genesaret y la gente se agolpaba a su alrededor para oír la palabra de Dios,
cuando vio dos barcas que
estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían
bajado de ellas y estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, que
era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba
desde la barca a la muchedumbre.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
«Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.» Simón le respondió:
«Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero,
por tu palabra, echaré las redes.» Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de
peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los
compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y
llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.
Al verlo, Simón Pedro cayó a las
rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.»
Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa
de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de
Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde
ahora serás pescador de hombres.» Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo
todo, le siguieron.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy cuenta cómo
Pedro fue llamado por Jesús. El evangelio de Marcos coloca el llamado de los
primeros discípulos al comienzo del ministerio público de Jesús (Mc 1,16-20).
Lucas lo coloca después de que la fama de Jesús se había extendido por toda la
región (Lc 4,14). Jesús había curado a mucha gente (Lc 4,40) y había predicado
en las sinagogas de todo el país (Lc 4,44). El pueblo lo buscaba y la multitud
lo apretaba por todos los lados para escuchar la Palabra de Dios (Lc 5,1).
Lucas hace más comprensible el llamado. Primero, Pedro puede escuchar las
palabras de Jesús a la gente. Enseguida, presencia la pesca milagrosa. Después
de esta doble experiencia sorprendente, llega el llamado de Jesús. Pedro
escucha, deja todo y se vuelve “pescador de hombres”.
• Lucas 5,1-3: Jesús enseña desde el
barco. La gente busca a Jesús para oír la Palabra de Dios. Y es tanta la gente
a su alrededor que Jesús queda como apretado por todos los lados. Jesús le pide
ayuda a Simón Pedro y a algunos compañeros que habían vuelto de la pesca. Entra
con ellos en el barco y desde allí responde a lo que el pueblo le pide,
comunicándole la Palabra de Dios. Sentado, Jesús toma postura y autoridad de un
maestro, pero habla desde un barco de un pescador. La novedad consiste en que
el Señor no sólo enseña en una sinagoga para un público seleccionado, sino en
cualquier lugar donde la gente quiere escucharle, hasta en la playa misma.
• Lucas 5,4-5: "¡Por tu palabra
echaré las redes!" Terminada la instrucción a la gente, Jesús se dirige a
Simón y le anima a pescar de nuevo. En la respuesta de Simón se nota
frustración, cansancio y desaliento: "¡Maestro, hemos estado bregando toda
la noche y no hemos pescado nada!". Pero, con confianza en la palabra de
Jesús, vuelven a echar las redes. ¡La palabra de Jesús tiene más fuerza que la
experiencia frustrante de la noche!
• Lucas 5,6-7: El resultado es
sorprendente. La pesca es tan abundante que las redes casi se rompen y los
barcos están a punto de hundirse. Simón necesita la ayuda de Juan y de
Santiago, que están en otro barco. Nadie consigue ser completo, si está solo.
Las comunidades deben ayudarse entre sí. El conflicto entre las comunidades,
tanto en el tiempo de Lucas como hoy, tiene que ser superado en vista de un
objetivo común, que es la misión. La experiencia de la fuerza transformadora de
la Palabra de Jesús es el eje alrededor del cual las diferencias se asumen y
superan.
• Lucas 5,8-11: "¡Serás pescador
de hombres!" La experiencia de la proximidad de Dios en Jesús le hace
percibir a Simón quién es: "¡Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre
pecador!" Ante Dios ¡todos somos pecadores! Pedro y los compañeros tienen
miedo y, al mismo tiempo, se sienten atraídos. Dios es un misterio fascinante:
da miedo y, al mismo tiempo, atrae. Jesús aleja el miedo: "¡No tengas
miedo!" Llama a Pedro y le compromete en la misión, mandando a que sea
pescador de hombres. Pedro experimenta, bien concretamente, que la Palabra de
Jesús es como la Palabra de Dios. Es capaz de hacer acontecer lo que afirma. En
Jesús aquellos rudos trabajadores hicieron la experiencia de poder, cobraron
valor y confianza. Entonces, "dejándolo todo, ¡le siguieron!". Hasta
entonces, sólo Jesús anunciaba la Buena Nueva del Reino. Ahora otras personas
van siendo llamadas e implicadas en la misión. Esa manera que Jesús tiene de
trabajar en equipo es una Buena Nueva para el pueblo.
• El episodio de la pesca en el lago
manifiesta la atracción y la fuerza de la Palabra de Jesús. Atrae a la gente
(Lc 5,1). Lleva a Pedro a
ofrecer su barco a Jesús para que hable (Lc 5,3). La
Palabra de Jesús es tan fuerte que vence la resistencia de Pedro, lleva a
lanzar de nuevo la red y hace que acontezca la pesca milagrosa (Lc 5,4-6).
Vence en Pedro la voluntad de alejarse de Jesús y lo atrae para que sea
"pescador de gente!" (Lc 5,10) ¡Y así la Palabra de Dios actúa hasta
nuestros días!
4) Para la reflexión
personal
• ¿Dónde y cómo acontece hoy la pesca
milagrosa, realizada en atención a la Palabra de Jesús?
• Ellos largaron todo y siguieron a
Jesús. ¿Yo que tengo que largar para poder seguir a Jesús?
5) Oración final
¿Quién subirá al monte del Señor?,
¿quién podrá estar en su santo
recinto?
El de manos limpias y puro corazón,
el que no suspira por los ídolos
ni jura con engaño. (Sal 24,3-4)
Orden de
los Carmelitas
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