¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este lunes de la 13a semana
del Tiempo Ordinario, Ciclo C.
Dios no
bendice...
Lectio Divina: Mateo 8,18-22
Lectio
Lunes, 1 julio ,
2019
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Padre de bondad, que
por la gracia de la adopción nos has hecho hijos de la luz; concédenos vivir
fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la
verdad. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
santo Evangelio según Mateo 8,18-22
Viéndose Jesús rodeado
de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le
dijo: « Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.» Dícele Jesús: «Las zorras
tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene
donde reclinar la cabeza.»Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir
primero a enterrar a mi padre.» Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos
entierren a sus muertos.»
3) Reflexión
• Desde la 10ª Semana
del Tiempo Ordinario hasta la 12ª Semana, durante tres semanas, meditamos los
capítulos de 5 a 8 del evangelio de Mateo. Dando secuencia a la meditación del
capítulo 8, el evangelio de hoy presenta las condiciones del seguimiento de
Jesús. Jesús decide ir para otra orilla del lago y una persona le
pide seguirle (Mt 8,18-22).
• Mateo
8,18: Jesús manda pasar a la otra orilla del lago. Jesús había
acogido y curado a todos los enfermos que la gente le había traído (Mt 8,16).
Mucha gente se juntó a su alrededor. Viendo esa multitud, Jesús decidió ir para
la otra orilla del lago. En el evangelio de Marcos, de donde Mateo saca gran
parte de sus informaciones, el contexto es diferente. Jesús acababa de terminar
el discurso de las parábolas (Mc 4,3-34) y dijo: “¡Vamos para el otro
lado!” (Mc 4,35), y en el barco de donde había hecho el discurso (cf. Mc
4,1-2), los discípulos lo llevan a otro lado. De tan cansado que estaba, Jesús
se durmió en la popa sobre el cojín. (Mc 4,38).
• Mateo 8,19: Un
doctor de Ley quiere seguir a Jesús. En el momento en que Jesús decide
atravesar el lago, un doctor de ley se acerca y dice: "Maestro, te
seguiré adondequiera que vayas.” Un texto paralelo de Lucas (Lc 9,57-62) trata
el mismo asunto, pero de una forma algo distinta. Según Lucas, Jesús había
decidido ir para Jerusalén donde iba ser condenado a muerte. Tomando rumbo
hacia Jerusalén, entra en el territorio de Samaría (Lc 9,51-52), donde tres
personas piden seguirle (Lc 9,57.59.61). En Mateo, que escribe para judíos
convertidos, la persona que quiere seguir a Jesús es un doctor de la ley. Mateo
acentúa el que es una autoridad de los judíos la que reconoce el valor de Jesús
y que pide ser discípulo. En Lucas, que escribe para paganos convertidos, las
personas que quieren seguir a Jesús son samaritanos. Lucas acentúa una apertura
ecuménica de Jesús que acepta también a no judíos como discípulos.
• Mateo 8,20: La
respuesta de Jesús al doctor de la Ley. La respuesta de Jesús es idéntica
tanto en Mateo como en Lucas, y es una respuesta muy exigente que no deja
dudas: "Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el
Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.” Quien quiere ser
discípulo de Jesús tiene que saber lo que hace. Tiene que examinar las
exigencias y calcular bien, antes de tomar una decisión (cf. Lc
14,28-32). “Del mismo modo, cualquiera de ustedes que no renuncia a todo
lo que tiene, no puede ser discípulo mío” (Lc 14,33).
• Mateo 8,21: Un
discípulo pide poder enterrar a su padre que ha fallecido. Alguien que era
discípulo pide permiso para poder enterrar a su padre: "Señor. Déjame
ir primero a enterrar a mi padre". Con otras palabras, pide a Jesús que
remita a más tarde la travesía del lago, para después del entierro de Jesús.
Enterrar a los padres era un deber sagrado de los hijos (cf Tb 4,3-4).
• Mateo 8,22: La
respuesta de Jesús. De nuevo, la respuesta de Jesús es muy exigente. Jesús
no aplaza su viaje para el otro lado del lago y dice a su
discípulo: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos”.
Cuando Elías llamó a Eliseo, dejó que Eliseo volviera a casa para despedirse de
sus padres (1Reyes 19,20). Jesús es mucho más exigente. Para entender todo el
alcance de la respuesta de Jesús conviene recordar que la expresión Deja
que los muertos sepulten a sus muertosera un proverbio popular usado por la
gente para significar que no hay que gastar energía en cosas que no tienen
futuro y que no tienen nada que ver con la vida. Un proverbio así no puede
tomarse al pie de la letra. Debe mirarse el objetivo con qué fue usado. Así
que, aquí en nuestro caso, por medio del proverbio, Jesús acentúa la exigencia
radical de la vida nueva a la que llama a las personas y que exige abandonarlo
todo para poder seguir a Jesús. Describe las exigencias del seguimientode
Jesús.
• Seguir a
Jesús. Como los rabinos de la época, Jesús reúne a discípulos y
discípulas. Todos ellos "siguen a Jesús". Seguirera el término
que se usaba para indicar la relación entre el discípulo y el maestro. Para los
primeros cristianos, Seguir a Jesús significaba tres cosas muy
importantes, enlazadas entre sí:
a) Imitar el
ejemplo del Maestro: Jesús era el modelo que había que imitar y re-crear
en la vida del discípulo y de la discípula (Jo 13,13-15). La convivencia diaria
permitía un confronto constante. En la "escuela de Jesús” se enseñaba sólo
una única materia: el Reino, y este Reino se reconocía en la vida y en la
práctica de Jesús.
b) Participar del
destino del Maestro: Quien seguía a Jesús debía comprometerse
con él a "estar con él en sus en sus pruebas" (Lc 22,28), inclusive
en las persecuciones (Mt 10,24-25) y en la cruz (Lc 14,27). Tenía que estar dispuesto
a morir con él (Jn 11,16).
c) Tener la vida
de Jesús dentro de sí: Después de Pascua, a la luz de la resurrección, el
seguimiento asume esta tercera dimensión: "Vivo, más no vivo yo, es
Cristo que vive en mí" (Gl 2,20). Se trata de la dimensión mística
del seguimiento, fruto de la acción del Espíritu. Los cristianos tratan de
rehacer en sus vidas el camino que Jesús había recorrido, muriendo en defensa
de la vida y resucitado por el poder de Dios (Fil 3,10-11).
4) Para la reflexión
personal
•
Ser discípulo, discípula, de Jesús. Seguir a Jesús. ¿Cómo estoy viviendo el
seguimiento de Jesús?
•
Las zorras tienen guaridas y las aves del cielo tienen nido; pero el Hijo del
Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. ¿Cómo vivir hoy esta exigencia de
Jesús?
5) Oración final
Los que lo miran
quedarán radiantes,
no habrá sonrojo en
sus semblantes.
Si grita el pobre,
Yahvé lo escucha,
y lo salva de todas
sus angustias. (Sal 34,6-7)
Orden de los Carmelitas
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