¡Amor y
paz!
Lo
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la 14a
semana del tempo ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 10,24-33
Lectio
Sábado,
13 Julio , 2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que por
medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída; concede a
tus fieles la verdadera alegría, para que, quienes han sido librados de la
esclavitud del pecado, alcancen también la felicidad eterna. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Mateo 10,24-33
«No está el discípulo
por encima del maestro, ni el siervo por encima de su amo. Ya le basta al
discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa
le han llamado Beelzebul, ¡cuánto más a sus domésticos! «No les tengáis miedo. Pues
no hay nada encubierto que no haya de ser descubierto, ni oculto que no haya de
saberse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo vosotros a la luz; y lo que
oís al oído, proclamadlo desde los terrados.
«Y no temáis a los que
matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien al que puede
llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna. ¿No se venden dos pajarillos
por un as? Pues bien, ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de
vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están
todos contados. No temáis, pues; vosotros valéis más que muchos pajarillos. «
Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé
por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los
hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos.
3) Reflexión
• El evangelio de hoy
presenta diversas instrucciones de Jesús respecto al comportamiento que los
discípulos deben adoptar durante el ejercicio de su misión. Lo que más llama la
atención en estas instrucciones son dos advertencias: (a) la frecuencia con que
Jesús alude a las persecuciones y a los sufrimientos que tendrá; ( b) la
insistencia tres veces repetida para el discípulo invitándolo a no tener miedo.
• Mateo 10,24-25:
Persecuciones y sufrimientos marcan la vida de los discípulos. Estos dos
versículos constituyen la parte final de una advertencia de Jesús a los
discípulos respecto a las persecuciones. Los discípulos tienen que saber que,
por el hecho de ser discípulos de Jesús, van a ser perseguidos (Mt 10,17-23).
Ellos no podrán reclamar ni quedarse preocupado con esto, pues un discípulo
tiene que imitar la vida del maestro y participar con él en las privaciones.
Esto forma parte del discipulado. “«No está el discípulo por encima del
maestro, ni el siervo por encima de su amo. Le basta al discípulo ser como su
maestro, y al siervo como su amo.”. Si a Jesús le tildaron de Belcebú, cuánto
más van a insultar a sus discípulos. Con otras palabras, el discípulo de Jesús
deberá preocuparse seriamente sólo en caso de que no le aparezca ninguna
persecución en su vida.
• Mateo 10,26-27: No
tener miedo a decir la verdad. Los discípulos no deben tener miedo a los
perseguidores. Estos consiguen pervertir el sentido de los hechos y esparcen
calumnias para que la verdad sea considerada como mentira, y la mentira como
verdad. Pero por mayor que sea la mentira, la verdad terminará venciendo y
derribará la mentira. Por esto, no debemos tener miedo a proclamar la verdad,
las cosas que Jesús enseñó. Hoy en día, los medios de comunicación consiguen
pervertir el sentido de los hechos y hacen aparecer como criminales a las
personas que proclaman la verdad; hacen aparecer como justo el sistema
neo-liberal que pervierte el sentido de la vida humana.
• Mateo 10,28: No
tener miedo a los que pueden matar el cuerpo. Los discípulos no deben tener
miedo a los que matan el cuerpo, a los que torturan, machacan y hacen sufrir.
Los torturadores pueden matar el cuerpo, pero no consiguen matar en ellos la
libertad y el espíritu. Deben tener miedo, esto sí, a que el miedo al
sufrimiento los lleve a esconder o a negar la verdad y, así, les haga ofender a
Dios. Porque quien se aleja de Dios, se pierde por siempre.
• Mateo 10,29-31: No
tener miedo, sino tener confianza en la Providencia
Divina. Los discípulos no deben tener miedo a nada,
pues están en las manos de Dios. Jesús manda mirar los pajarillos. Dos
pajarillos se venden por pocos centavos y ni uno de ellos caerá en tierra sin
el consentimiento del Padre. Hasta los cabellos de la cabeza están contados.
Lucas dice que ningún cabello se cae sin el permiso del Padre (Lc 21,18). ¡Y se
caen tantos cabellos! Por esto. “no temáis. Vosotros valéis mucho más que
muchos pajarillos”. Es la lección que Jesús saca de la contemplación de la
naturaleza.
• Mateo 10,32-33: No
tener vergüenza de dar testimonio de Jesús. Al final, Jesús resume todo en esta
frase: “Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me
declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue
ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos.
Sabiendo que estamos
en la mano de Dios y que Dios está con nosotros en cada momento, tenemos el
valor y la paz necesaria para dar testimonio y ser discípulos y discípulas de
Jesús.
4) Para la reflexión personal
• ¿Tengo miedo? ¿Miedo
de qué? ¿Por qué?
• ¿Has sufrido o te
han perseguido alguna vez por causa de tu compromiso con el anuncio de la Buena
Nueva que Jesús nos envía?
5) Oración final
Son firmes del todo
tus dictámenes,
la santidad es el
ornato de tu casa,
oh Señor, por días sin
término. (Sal 93,5)
Orden de los Carmelitas
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