¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, leer y meditar el
Evangelio y el comentario, en este viernes de la XV Semana del Tiempo
ordinario, Ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Mateo 12,1-8
Lectio
Viernes,
19 Julio , 2019
1) Oración inicial
¡Oh Dios, que muestras la luz de tu verdad a los que andan
extraviados, para que puedan volver al buen camino!, concede a todos los
cristianos rechazar lo que es indigno de este nombre y cumplir cuanto en él se
significa. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Mateo 12,1-8
En aquel tiempo cruzaba Jesús un sábado por los sembrados. Y sus
discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerlas. Al
verlo los fariseos, le dijeron: «Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito
hacer en sábado.» Pero él les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo David cuando
sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la Casa de Dios y
comieron los panes de la Presencia, que no le era lícito comer a él, ni a sus
compañeros, sino sólo a los sacerdotes? ¿Tampoco habéis leído en la Ley que en
día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin incurrir
en culpa? Pues yo os digo que hay aquí algo mayor que el Templo. Si hubieseis
comprendido lo que significa Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaríais
a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado.»
3) Reflexión
• En el evangelio de hoy veremos de cerca uno de los muchos
conflictos entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Son conflictos
entorno a las prácticas religiosas de aquel tiempo: ayuno, pureza, observancia
del sábado, etc.. En términos de hoy, serían conflictos como por ejemplo, la
boda de de personas divorciadas, la amistad con prostitutas, la acogida de los
homosexuales, el comulgar sin estar casados por la iglesia, el faltar a la misa
en domingo, no ayunar el día de viernes santo. Son muchos los conflictos: en
casa, en la escuela, en el trabajo, en la comunidad, en la iglesia, en la vida
personal, en la sociedad. Conflictos de crecimiento, de relaciones, de edad, de
mentalidad. ¡Tantos! Vivir la vida sin conflicto ¡es imposible! El conflicto
forma parte de la vida y aparece desde el nacimiento. Nacemos con dolores de
parto. Los conflictos no son accidentes por el camino, sino que son parte
integrante del camino, del proceso de conversión. Lo que llama la atención es
la manera en que Jesús se enfrenta a los conflictos. En la discusión con los
adversarios, no se trataba de que tuviera razón en contra de ellos, sino de que
prevaleciera la experiencia que él, Jesús, tenía de Dios como Padre y Madre. La
imagen de Dios que los otros tenían era de un Dios juez severo, que sólo
amenazaba y condenaba. Jesús trataba de hacer prevalecer la misericordia sobre
la observancia ciega de las normas y de las leyes que no tenían nada que ver
con el objetivo de la Ley que es la práctica del amor.
• Mateo 12,1-2:
Arrancar el trigo en día de sábado y la crítica de los fariseos. En un día de
sábado, los discípulos pasaban por las plantaciones y se abrieron camino
arrancando espigas para comerlas. Tenían hambre. Los fariseos llegaron e
invocaron la Biblia para decir que los discípulos estaban cometiendo una
trasgresión de la ley del sábado (Cf. Ex 20,8-11). Jesús también usa la Biblia
y responde evocando tres ejemplos sacados de la Escritura: (a) de David, (b) da
la legislación sobre el trabajo de los sacerdotes en el templo y (c) de la
acción del profeta Oseas, es decir, cita un libro histórico, un libro
legislativo y un libro profético.
• Mateo 12,3-4: El
ejemplo de David. Jesús recuerda que David había hecho una cosa prohibida por
la ley, pues sacó a los panes sagrados del templo y los dio a los soldados para
que los comiesen porque tenían hambre (1 Sam 21,2-7). ¡Ningún fariseo tenía el
valor de criticar al rey David!
• Mateo 12,5-6: El
ejemplo de los sacerdotes.. Acusado por las autoridades religiosas, Jesús
argumenta a partir de lo que ellas mismas, las autoridades religiosas, hacen en
día de sábado. En el templo de Jerusalén, en día de sábado, los sacerdotes
trabajan mucho más que en los días entre semana, pues deben sacrificar los
animales para los sacrificios, deben limpiar, barrer, cargar peso, degollar
animales, etc. Y nadie decía que iban contra la ley, pues pensaban que era
normal, etc. La ley misma los obligaba a hacer esto (Núm 28,9-10).
• Mateo 12,7: El
ejemplo del profeta. Jesús cita la frase del profeta Oseas: Misericordia quiero
y no sacrificio. La palabra misericordia significa tener el corazón (cor) en la
miseria (miseri) de los otros, es decir, la persona misericordiosa tiene que estar
bien cerca del sufrimiento de las personas, tiene que identificarse con ellas.
La palabra sacrificio significa hacer (fício) que una cosa queda consagrada
(sacri), es decir, quien ofrece un sacrificio separa el objeto sacrificado del
uso profano y lo distancia de la vida diaria de la gente. Si los fariseos
tuviesen en sí esta mirada del profeta Oseas, sabrían que el sacrificio más
agradable a Dios no es que la persona consagrada viva distanciada de la
realidad, sino que ponga enteramente su corazón consagrado al servicio de la
miseria de sus hermanos y hermanas para aliviarla. Ellos no debían condenar
como culpables a aquellos que en realidad eran inocentes.
• Mateo 12,8: El Hijo
del Hombre es señor del sábado. Jesús termina con esta frase: el Hijo del
Hombre es señor del sábado. Jesús, él mismo, es el criterio para la
interpretación de la Ley de Dios. Jesús conocía la Biblia de memoria y la
invocaba para mostrar que los argumentos de los otros no tenían fundamento. En
aquel tiempo, no había Biblias impresas como tenemos hoy en día. En cada
comunidad sólo había una Biblia, escrita a mano, que quedaba en la sinagoga. El
que Jesús conociera tan bien la Biblia es señal de que durante treinta años de
vida en Nazaret, ha participado intensamente en la vida de la comunidad, donde
todos los sábados se leían las escrituras. La nueva experiencia de Dios como
Padre hacía que Jesús llegara a descubrir mejor cuál había sido la intención de
Dios al decretar las leyes del Antiguo Testamento. Al convivir con la gente de
Galilea, durante treinta años en Nazaret, y sintiendo en la piel la opresión y
la exclusión de tantos hermanos y hermanas en nombre de la Ley de Dios, Jesús
tiene que haber percibido que esto no podía ser el sentido de aquellas leyes.
Si Dios es Padre, entonces él acoge a todos como hijos e hijas. Si Dios es
Padre, entonces debemos ser hermanos y hermanas unos de otros. Fue lo que Jesús
vivió y rezó, desde el comienzo hasta el fin. La Ley debe estar al servicio de
la vida y de la fraternidad. “El ser humano no está hecho para el sábado, sino
el sábado para el ser humano” (Mc 2,27). Fue por su fidelidad a este mensaje
que Jesús fue condenado a muerte. El incomodaba al sistema, y el sistema se
defendió, usando la fuerza contra Jesús, pues él quería la Ley al servicio de
la vida, y no viceversa. Falta todavía mucho para que tengamos esa misma
familiaridad con la Biblia y la misma participación en la comunidad como Jesús.
4) Para la reflexión personal
• ¿Qué tipo de conflictos tú vives en familia, en la sociedad y
en la iglesia? ¿Cuáles son los conflictos relativos a prácticas religiosas que,
hoy hacen sufrir a las personas y son motivo de mucha discusión y polémica?
¿Cuál es la imagen de Dios que está por detrás de todos estos preconceptos,
normas y prohibiciones?
• ¿Qué te ha enseñado el conflicto en estos años? ¿Cuál es el
mensaje que sacamos de todo esto para nuestras comunidades de hoy?
5) Oración final
Señor, si acostado me vienes a la mente,
quedo en vela meditando en ti,
porque tú me sirves de auxilio
y exulto a la sombra de tus alas;
mi ser se aprieta contra ti,
tu diestra me sostiene. (Sal 63,7-9)
Orden de los Carmelitas
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