¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario, en
este lunes
de la 2ª semana de Cuaresma.
Dios
nos bendice...
Primera lectura
Lectura de la profecía
de Daniel (9,4b-10):
¡AY, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los que lo aman y cumplen sus mandamientos!
Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti.
Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti.
Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas.
Palabra de Dios
¡AY, mi Señor, Dios grande y terrible, que guarda la alianza y es leal con los que lo aman y cumplen sus mandamientos!
Hemos pecado, hemos cometido crímenes y delitos, nos hemos rebelado apartándonos de tus mandatos y preceptos. No hicimos caso a tus siervos los profetas, que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Tú, mi Señor, tienes razón y a nosotros nos abruma la vergüenza, tal como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todos los países por donde los dispersaste a causa de los delitos que cometieron contra ti.
Señor, nos abruma la vergüenza: a nuestros reyes, príncipes y padres, porque hemos pecado contra ti.
Pero, mi Señor, nuestro Dios, es compasivo y perdona, aunque nos hemos rebelado contra él. No obedecimos la voz del Señor, nuestro Dios, siguiendo las normas que nos daba por medio de sus siervos, los profetas.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 78,8.9.11.13
R/. Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados
V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R/.
V/. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R/.
V/. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. R/.
V/. Nosotros, pueblo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.
R/. Señor, no nos trates
como merecen nuestros pecados
V/. No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R/.
V/. Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R/.
V/. Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte. R/.
V/. Nosotros, pueblo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.
Evangelio
Lectura del santo
evangelio según san Lucas (6,36-38):
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».
Palabra del Señor
EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».
Palabra del Señor
Comentario
Son varios los textos
donde se habla del perdón. Esto significa la importancia que le dio Jesús. El
perdón se convierte en clave de identidad cristiana. El ejemplo lo puso Jesús cuando
en la cruz perdonó a sus victimarios.
Como en el padrenuestro,
el perdón y el dar, deben ser actos recíprocos. Ambos son expresiones de
humildad y generosidad que serán retribuidas por el mismo Dios. Jesús añade otra
actitud, la compasión. Esta se entiende como una actitud y una tarea.
No se trata de alimentar
el sentimiento de la compasión, que solemos traducir en “pobrecito”, sino en
una actitud y una práctica compasiva, que se define como la opción de compartir
el sufrimiento con el otro, incluyendo el compromiso de ayudar y transformar la
realidad que crea las condiciones de sufrimiento. La compasión abre en el
cristianismo las puertas de la solidaridad y el compromiso con el “siervo sufriente”.
La cruz será el
signo
por
excelencia
de
la
compasión de Jesús con la humanidad. Juzgar o condenar no es
nuestra competencia, hacerlo sería usurpar el papel de Dios.
Servicio Bíblico
Latinoamericano
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