jueves, 9 de febrero de 2017

Dios presentó la mujer al hombre. Y serán los dos una sola carne

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario, en este jueves de la 5ª semana del Tiempo Ordinario.

Dios nos bendice...

Libro de Génesis 2,18-25. 
Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada". Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada. Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: "¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre". Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne. Los dos, el hombre y la mujer, estaban desnudos, pero no sentían vergüenza. 
Salmo 128(127),1-2.3.4-5. 


¡Feliz el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás feliz y todo te irá bien.

Tu esposa será como una vid fecunda
en el seno de tu hogar;
tus hijos, como retoños de olivo
alrededor de tu mesa.

¡Así será bendecido
el hombre que teme al Señor!
¡Que el Señor te bendiga desde Sión
todos los días de tu vida:

que contemples la paz de Jerusalén.

Evangelio según San Marcos 7,24-30. 
Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto. En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro, oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies. Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que expulsara de su hija al demonio. Él le respondió: "Deja que antes se sacien los hijos; no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros". Pero ella le respondió: "Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos". Entonces él le dijo: "A causa de lo que has dicho, puedes irte: el demonio ha salido de tu hija". Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y liberada del demonio. 


Comentario


1.1 Según el relato del Génesis la mujer es una expresión del amor de Dios hacia el hombre. Su existencia es un regalo que produce una alegría singular; es una buena noticia.

1.2 Paradójicamente esta noticia se ha entendido mal en algunos círculo feministas que piensan que la mujer queda relegada a un lugar inferior porque de todos modos el hombre es primero y porque el ser de la mujer queda en dependencia de sentido con el ser del hombre: ella existe-para darle ayuda y compañía al varón.

1.3 Uno puede darle la vuelta a ese argumento y decir que el texto a quien hace quedar mal es al hombre. ¿Quién es más fuerte, el que ayuda o el que necesita ser ayudado? ¿Quién es más independiente, el que acompaña o el que requiere ser acompañado? Desde esta perspectiva la más fuerte y más independiente, la más vital es la mujer.

1.4 Y eso ciertamente es lo que encontramos en la experiencia cotidiana. Cuando una pareja ha compartido décadas de matrimonio y muere uno de los dos, ¡qué distintos suelen ser los destinos finales y los estados de ánimo del hombre que queda solo o de la mujer que queda sola! Allí se muestra palpablemente quién es la más vital, fuerte e independiente... como lo dice la Biblia.

2. El hombre deja a su padre y a su madre

2.1 El relato dice a continuación: "el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer...". Atención: la Biblia no presenta un encuentro de dos que han dejado a sus respectivos padres. Es el hombre, y sólo él, quien aparece aquí "dejando" a sus padres. ¿Por qué?

2.2 Seguimos nuestra línea de lectura: la mujer es más vital; en ella corren y palpitan las fuentes de la vida. El varón recibe, como también la mujer, su vida: la recibe de la mujer, de la madre. Pero ese impulso inicial se agota y encuentra su límite. La madre también declina y fallece.

2.3 Un personaje que muestra bien esto es Isaac, que se consuela de la muerte de Sara sólo cuando llega a convivir con Rebeca (Gén 24,67). La tristeza ante la madre muerta es no sólo la partida de un ser queridísimo, sino la pérdida de un manantial de vida. Y aunque la persona en sí es irreemplazable (la Biblia no tiene ni auspicia complejos de Edipo) la fuente vital encuentra su renovación en el encuentro con la esposa amada.

2.4 Por eso es el hombre quien debe "ponerse en camino". por eso el hombre prefiere "conquistar" y la mujer "ser conquistada". De aquí nace, por designio divino, según vemos, todo el "juego del amor".

2.5 ¿Y Jesús? ¿Y San Pablo? ¿Y todos los que, después de Jesús eligen una vida en castidad por el Reino de los Cielos? ¿No son una desobediencia a esta ley natural? En realidad, no. Como hemos comentado otras veces, Jesús no "canceló" sus bodas: las aplazó. Cancelar las bodas sucede, por el contrario, en el homosexualismo, que como vemos sí es contrario a la naturaleza y al designio de Dios Creador. Jesús, Pablo, y quienes se sienten genuinamente llamados a castidad por el Reino han aplazado sus bodas, que a su tiempo han de llegar, según se cuenta en el Apocalipsis.

3. Una sola carne

3.1 "Serán una sola carne" dice el Génesis. Una alusión hermosa al acto sexual, que entonces se nos revela como plenamente querido por Dios en su designio creador, pero también algo más profundo.

3.2 El hombre es imagen de Dios. La unión entre varón y mujer, fuente y expresión de humanidad, nos dice entonces algo sobre Dios. Es incompleta como imagen la realidad masculina, y lo es también la realidad femenina. Mas en la unión algo de Dios, que no por difícil de expresar es irreal.

3.3 No es que Dios sea una combinación o yuxtaposición de sexos, ni un intermedio entre los sexos, ni uno de los dos sexos, entendido como anterior o primero que el otro. Más bien: en la unión de los dos sexos, sucedida según el plan divino, no como un acto aislado ni reducido a su aspecto físico, hay una indicación, un signo maravilloso que apunta hacia el infinito de rica complejidad, belleza y fecundidad del ser divino.

3.4 ¿Cómo sucede esto? A medida que, en la pareja, cada uno se descubre 
incompleto y complementado se siente envuelto en una espiral de amor que le permite descubrir la gracia de recibir y la alegría de dar. Y descubre que aquello que da es transfigurado en el corazón de la pareja hasta convertirse en una realidad nueva que luego es recibida, en una secuencia bella que tiene su propio ritmo. Esa secuencia deja una "huella de divinidad" en el corazón que se traduce en una sensación de plenitud y de infinito.

http://fraynelson.com/homilias.html.




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