¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer
y meditar el Evangelio y el comentario, en este martes de la 15ª semana del
Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice…
Evangelio
según San Mateo 11,20-24.
Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido. "¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú".
Comentario
Este texto está construido
teniendo en cuenta los oráculos y lamentaciones de los grandes profetas contra
las ciudades pecadoras y resumen el juicio del Mesías sobre el pueblo que no ha
aceptado su mensaje de conversión al Reino de Dios. Convertirse significa dejar
de practicar la injusticia y comenzar una vida justa. La conversión debe
cambiar la calidad de las relaciones humanas; pero nada ha cambiado en esas
ciudades porque no han aceptado el mensaje del Reino.
Los versículos que conforman
este texto se corresponden entre sí: a) reproche y amenaza a las ciudades
galileas (vv. 21a y 23a); b) si estas obras se hubieran realizado en ciudades
paganas, éstas habrían reconocido la mano de Dios (vv. 21b y 23b); c) por eso
el día del juicio serán tratadas con más misericordia (vv. 22 y 24).
Los prodigios de Jesús son signos
que anuncian la llegada del Reino. La respuesta del hombre debe ser la
conversión y la fe. Tiro y Sidón, las dos grandes ciudades fenicias Sodoma y
Gomorra, son el ejemplo típico de ciudades paganas y pecadoras. Pero si estas
ciudades hubieran sido testigos de las obras de Dios se habrían convertido con
saco y ceniza (eran símbolos de arrepentimiento).
En cambio, aquellas ciudades galileas son maldecidas por Jesús porque han encarnado la prepotencia de la estructura de poder, elevándose hasta el cielo y presumiendo de su sabiduría, que les impide reconocer a Jesús como la verdadera sabiduría a través de sus obras. Por eso el "juicio" escatológico-histórico de Jesús sobre las ciudades es figura y signo del juicio escatológico sobre los "ciudadanos" que hayan asumido la mentalidad de la estructura social, generando la desigualdad y la muerte.
Diario Bíblico. Cicla (Confederación Internacional
Claretiana de Latinoamérica)
No hay comentarios:
Publicar un comentario