¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar y el Evangelio y el comentario, en este
sábado de la 3ª. Semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice…
Evangelio según San
Marcos 4,35-41.
Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla". Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya. Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal. Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma. Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?". Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".
Comentario
El viento y el lago obedecen a la voz de Jesús; ¿yo obedezco la
voz de Jesús? Los astros y los planetas lejanos obedecen la voz del Jesús;
¿obedece la humanidad a la voz de Jesús?
A los discípulos les maravilló que el
lago obedeciera a Jesús; ¿debe admirarnos menos o más que un corazón humano
llegue a obedecer a Jesús? ¿No es cierto que es un milagro bellísimo encontrar
una sola alma que le diga a Jesús: "Yo quiero hacer tu voluntad; yo quiero
creer en tu palabra"? ¿y qué tal que esa alma fueras tú hoy?
http://fraynelson.com/homilias.html.
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