lunes, 2 de marzo de 2015

‘Perdonen y serán perdonados’

¡Amor y paz!

Perdonen y serán perdonados. Esta es la actitud del verdadero discípulo de Cristo. La grandeza del hombre, la realización auténtica de su ser, consiste en ser imagen de Dios, acercándose a su modelo, Cristo. La misericordia de Dios es necesaria para juzgar como Él, superando todas las medidas humanas.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este lunes de la 23ª. Semana de Cuaresma.

Dios nos bendice…

Evangelio según San Lucas 6,36-38. 
Jesús dijo a sus discípulos: «Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes». 

Comentario

«Ved, hermanos, que la cosa está clara y que la amonestación es útil... Todo hombre, al mismo tiempo que es deudor ante Dios, tiene a su hermano por deudor... Por esto el Dios justo estableció que, así como te comportes con tu deudor, se comportará Él contigo... Respecto al perdón, tú no solo quieres que se te perdone tu pecado, sino que también tienes a quién perdonar... Por tanto, si queremos que se nos perdone a nosotros, hemos de estar dispuestos a perdonar todas las culpas que se cometan contra nosotros...» (Agustín de Hipona. Sermón 83,2-4).

Resida en el alma amansada y humilde la misericordiosa disponibilidad para el perdón. Solicite perdón quien ofendió; concédalo quien lo recibió. Así observaremos el precepto del Señor.

P. Manuel Garrido Bonaño, O.S.B.

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