¡Amor
y paz!
Nosotros
hemos recibido el mensaje inicial de patriarcas y profetas que proclamaban a un
solo Dios y a Jesucristo, supremo profeta, rey y sacerdote.
Hemos
recibido el don de la fe que nos compromete en fidelidad con Cristo y nos
vincula a su persona, como a Hijo del Padre, Redentor nuestro, Esperanza
definitiva. Estamos recibiendo día a día la gracia de Cristo, la gracia de los
sacramentos, el ejemplo de los santos, la invitación a ser fieles y solidarios
con nuestros hermanos, amando a los demás como nos amamos a nosotros mismos y
como amamos a Dios.
La pena es que nos parecemos más a las ‘gentes’ que oyen y no entienden las parábolas, porque no nos interesa entrar por los cauces rigurosos de una vida en gratuidad y servicio, como fue la de Cristo, Salvador (Dominicos 2003)
La pena es que nos parecemos más a las ‘gentes’ que oyen y no entienden las parábolas, porque no nos interesa entrar por los cauces rigurosos de una vida en gratuidad y servicio, como fue la de Cristo, Salvador (Dominicos 2003)
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves
de la XVI Semana del Tiempo Ordinario.
Dios
los bendiga…
Evangelio según San Mateo 13,10-17.
En aquel tiempo, los discípulos se acercaron y le dijeron: "¿Por qué les hablas por medio de parábolas?". Él les respondió: "A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán, Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure. Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron."
Comentario
Jesús conoce el misterio
del Reino, Él sabe que las cosas del Espíritu necesitan una cierta sensibilidad
para poderlas captar. Las parábolas reflejan nuestro mundo simbólico, son
expresión de lo que sucede al interior del ser humano, son la forma más
apropiada que Jesús ha encontrado para transmitirnos su propia vivencia de
Dios. A todos no les es dado conocer el lenguaje del Espíritu. Pudiéramos
pensar que Dios es selectivo, que Dios excluye porque sólo da su Espíritu a
quienes Él quiere.
Pero hay algo que debemos tener en cuenta y es la libertad
humana: Dios no nos puede obligar a aceptarlo. Los hombres y mujeres se
excluyen libremente de participar en la propuesta que Dios hace, pero también,
cuando abren su corazón y se disponen a la acción de Dios, Dios mismo hace que
lo comprendan con más facilidad.
En este mundo encontramos
hombres y mujeres a quienes no les importa lo espiritual y voluntariamente han
roto su relación con la trascendencia. Hay otros que aunque aceptan esa
relación, no están en condiciones de escuchar y descubrir por dónde va el
movimiento y la acción del Espíritu, porque se han aferrado a las tradiciones y
a las normas religiosas y se les hace difícil situarse en el horizonte de Dios.
Dentro de sus grupos religiosos pueden ser más ateos que los mismos que dicen
que no creen en Dios.
Sacerdotes, pastores y hombres y mujeres de religión que
predican a Dios pero con su vida lo niegan totalmente, sus ojos y sus oídos
están cerrados para las acciones del Espíritu. Por eso, por más que oigan, no
oyen y por más que vean, no ven.
Poder disfrutar de lo
espiritual es un don de Dios, de tal manera que si Dios no nos regala esa
sensibilidad, por más que veamos y oigamos estamos ciegos y sordos. A los que
les es dado conocer los misterios del Reino tienen capacidad para reconocerlo
en cualquier circunstancia.
Servicio
Bíblico Latinoamericano
No hay comentarios:
Publicar un comentario