¡Amor y paz!
El evangelio de hoy
contiene un duro juicio de Jesús a sus contemporáneos. La pregunta: ¿con quién
puedo comparar a esta clase de hombres? ¿A quién se parecen? Es retórica. Va referida
no a todos los contemporáneos de Jesús sino sólo a quienes no han escuchado al
precursor y ahora no quieren prestar atención a la predicación de Jesús.
De este modo la generación no viene definida por la cronología, sino por la actitud vital. El contenido (la actitud vital) trasciende el hecho puntual (de aquella generación), y cruza la historia hasta llegar a nuestros días.
De este modo la generación no viene definida por la cronología, sino por la actitud vital. El contenido (la actitud vital) trasciende el hecho puntual (de aquella generación), y cruza la historia hasta llegar a nuestros días.
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este miércoles de la XXIV
Semana del Tiempo Ordinario.
Dios los bendiga,…
Evangelio según San Lucas 7,31-35.
¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: '¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!'. Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'. Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: '¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!'. Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos".
Comentario
Dios se manifiesta en la
historia de mil formas; sin embargo, hay quienes rehúyen, piden pruebas para
creer, no trascienden, se aferran a una malsana inmanencia. Es la típica
actitud infantil de quien exige sin dar, de quien mira sin observar, de quien
cuestiona sin responder.
Es fácil mantener una actitud crítica ante los compromisos y mantenerse cruzado de brazos. Es fácil hablar y alardear de sabios sin mover un dedo. A esos hay que denunciarlos por su pecado de omisión, por su cómoda postura que no sirve para nada. Todo aquel que no esté dispuesto a cooperar para que las cosas mejoren es mejor que se calle y reconozca su impotencia.
Es fácil mantener una actitud crítica ante los compromisos y mantenerse cruzado de brazos. Es fácil hablar y alardear de sabios sin mover un dedo. A esos hay que denunciarlos por su pecado de omisión, por su cómoda postura que no sirve para nada. Todo aquel que no esté dispuesto a cooperar para que las cosas mejoren es mejor que se calle y reconozca su impotencia.
El evangelio de hoy
contiene una parábola que describe esta actitud.
Diario
Bíblico. Cicla (Confederación Internacional Claretiana de
Latinoamérica)
www.mercaba.org
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