¡Amor y paz!
El capítulo 18 de san
Mateo, que leemos desde hoy al jueves, nos propone el cuarto de los cinco
discursos en que el evangelista organiza las enseñanzas de Jesús. Esta vez,
sobre la vida de la comunidad. Por eso se le llama «discurso eclesial» o
«comunitario».
La primera perspectiva se
refiere a quién es el más importante en esta comunidad. Es una pregunta típica
de aquellos discípulos, todavía poco maduros y que no han penetrado en las
intenciones de Jesús. La respuesta, seguramente, los dejó perplejos.
El más importante no va a
ser ni el que más sabe ni el más dotado de cualidades humanas: «llamó a un
niño, lo puso en medio y dijo: os digo que, si no volvéis a ser como niños, no
entraréis en el Reino». ¿Un niño el más importante? (José Aldazábal).
Los invito hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este martes de la XIX Semana
del Tiempo Ordinario.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Mateo 18,1-5.10.12-14.
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.
Comentario
Adán después del pecado
sintió vergüenza, se ve desnudo, siente el peso de lo que ha hecho; y sin
embargo Dios no lo abandona: si en ese momento, con el pecado, inicia nuestro
exilio de Dios, hay ya una promesa de vuelta, la posibilidad de volver a Él.
Dios pregunta enseguida: «Adán, ¿dónde estás?» (Gn 3,9), lo busca. Jesús quedó
desnudo por nosotros, cargó con la vergüenza de Adán, con la desnudez de su
pecado para lavar nuestro pecado: sus llagas nos han curado. (Is 53,5; 1P 2,24)
Acordaos de lo de san Pablo: ¿De qué me puedo enorgullecer sino de mis
debilidades, de mi pobreza? (cf 2Co 11,30s) Precisamente sintiendo mi pecado,
mirando mi pecado, yo puedo ver y encontrar la misericordia de Dios, su amor, e
ir hacia Él para recibir su perdón.
En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre (Ap 1,5). Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado.
En mi vida personal, he visto muchas veces el rostro misericordioso de Dios, su paciencia; he visto también en muchas personas la determinación de entrar en las llagas de Jesús, diciéndole: Señor estoy aquí, acepta mi pobreza, esconde en tus llagas mi pecado, lávalo con tu sangre (Ap 1,5). Y he visto siempre que Dios lo ha hecho, ha acogido, consolado, lavado, amado.
Queridos
hermanos y hermanas, dejémonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos
en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a
su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de
encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos su ternura, tan
hermosa, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros más capaces de
misericordia, de paciencia, de perdón y de amor.
Papa
Francisco
Homilía del 07/04/2013, Capilla papal para la toma de posesión de la cátedra del obispo de Roma (trad. © Libreria Editrice Vaticana)
Homilía del 07/04/2013, Capilla papal para la toma de posesión de la cátedra del obispo de Roma (trad. © Libreria Editrice Vaticana)
©Evangelizo.org
2001-2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario