¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves en que celebramos
la fiesta de Santiago apóstol.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Mateo 20,20-28.
Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. "¿Qué quieres?", le preguntó Jesús. Ella le dijo: "Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda". "No saben lo que piden", respondió Jesús. "¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?". "Podemos", le respondieron. "Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre". Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".
Comentario
Santiago, Apóstol (s. I )
Hijo de Zebedeo, hermano de Juan y del grupo de los Doce. Natural de Betsaida.
Presenció los principales milagros realizados por el Señor. Su acción
apostólica inicada en Judea llegó hasta los confines de
Occidente.
Vuelto a Palestina
murió mártir por orden de Herodes en el año 44. Sus restos fueron trasladados a
España a la ciudad que lleva su nombre, siendo su tumba uno de los puntos
principales de peregrinación de toda la cristiandad.
Epístola del
Apóstol Santiago (análisis) La carta de Santiago es la
primera entre las siete Epístolas Católicas, llamadas así porque no tienen
gneralmente destinatario especial y se dirigen universalmente a toda la
cristiandad.
San Jerónimo las
caracteriza como sigue: «... Son tan ricas en misterios como sucintas, tan
breves como largas: breves en palabras y largas en sentencias. De modo que
habrá pocos que al leerlas no tropiecen con algunos lugares
obscuros....» El autor, que se da a si mismo el nombre de «Santiago,
siervo de Dios y del Señor Jesucristo», es el apóstol Santiago el
Menor, hijo de Alfeo y de Cleofás (Mat. 10, 3) y de María (Mat. 27, 56),
hermana es decir, pariente, de la Santísima Virgen. Por su
parentesco con Jesucristo, Santiago a veces es llamado hermano del Señor (Gál.
1, 19); cfr. Mat. 13, 55 y Mar. 6, 3 ).
Tiene también el honor de
ser contado entre las columnas, o Apóstoles que gozaban de mayor prestigio en
la Iglesia (Gál. 2, 9 ). Por la santidad de su vida ejercía grandísima
influencia, especialmente sobre los judíos, pues entre ellos ejerció el
ministerio como Obispo de Jerusalén. Murió mártir el año 44.
Escribió la carta no mucho antes de padecer el martirio, y con el motivo de
fortalecer a los cristianos, convertidos del judaísmo, que a causa de la
persecución estaban en peligro de perder la fe y entregarse a una vida
desenfrenada.
Dirígese, por tanto,
a « las doces tribus que viven dispersas «, esto es, a
todos los hebreo-cristianos dentro y fuera de Palestina (cfr. Rom. 10, 18
).
El estilo es conciso,
sentencioso y rico en imágenes, desarrolladas en un ambiente de espiritualidad.
Por ser un documento apostólico del amor a los pobres y explotados, esta carta
se llama con toda razón el Evangelio social.
Oremos
Dios todopoderoso y
eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en
derramar su sangre por la predicación del Evangelio, fortalece a tu Iglesia con
el testimonio de su martirio y confórtala con su
valiosa protección. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
©Evangelizo.org 2001-2013
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