¡Amor y paz!
Una de las curiosidades
más comunes es la de querer saber cuándo va a suceder algo tan importante como
la llegada del Reino. Es lo que preguntan los fariseos, obsesionados por la
llegada de los tiempos que había anunciado el profeta Daniel.
Jesús nunca contesta
directamente a esta clase de preguntas (por ejemplo, a la que oíamos hace unos
días: ¿cuántos se salvarán?). Aprovecha, eso sí, para aclarar algunos aspectos.
Por ejemplo, "que el Reino de Dios no vendrá espectacularmente" y que
"el Reino de Dios está dentro de vosotros".
Por tanto, no hay que
preocuparse, ni creer en profecías y en falsas alarmas sobre el fin.
"Antes tiene que padecer mucho".
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves de la XXXII Semana
del Tiempo Ordinario.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Lucas 17,20-25.
Los fariseos le preguntaron cuándo llegará el Reino de Dios. Él les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: 'Está aquí' o 'Está allí'. Porque el Reino de Dios está entre ustedes". Jesús dijo después a sus discípulos: "Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: 'Está aquí' o 'Está allí', pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.
Comentario
El Reino -los cielos
nuevos y la tierra nueva que anunciaba Jesús- no tiene un estilo espectacular.
Jesús lo ha comparado al fermento que actúa en lo escondido, a la semilla que
es sepultada en tierra y va produciendo su fruto.
Rezamos muchas veces la
oración que Jesús nos enseñó: "venga a nosotros tu Reino".
Pero este Reino es
imprevisible, está oculto, pero ya está actuando: en la Iglesia, en su Palabra,
en los sacramentos, en la vitalidad de tantos y tantos cristianos que han
creído en el evangelio y lo van cumpliendo. Ya está presente en los humildes y
sencillos: "bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los
cielos".
Seguimos teniendo una
tendencia a lo solemne, a lo llamativo, a nuevas apariciones y revelaciones y
signos cósmicos. Y no acabamos de ver los signos de la cercanía y de la
presencia de Dios en lo sencillo, en lo cotidiano. Al impetuoso Elías, Dios le
dio una lección y se le apareció, no en el terremoto ni en el estruendo de la
tormenta ni en el viento impetuoso, sino en una suave brisa.
El Reino está "dentro
de vosotros", o bien, "en medio de vosotros", como también se
puede traducir, o "a vuestro alcance" (en griego es "entós
hymón", y en latín "intra vos"). Y es que el Reino es el mismo
Jesús. Que, al final de los tiempos, se manifestará en plenitud, pero que ya
está en medio de nosotros. Y más, para los que celebramos su Eucaristía:
"el que me come, permanece en mí y yo en él".
J. ALDAZABAL
ENSÉÑAME TUS CAMINOS 6
Tiempo Ordinario. Semanas 22-34
Barcelona 1997. Págs. 277-281
ENSÉÑAME TUS CAMINOS 6
Tiempo Ordinario. Semanas 22-34
Barcelona 1997. Págs. 277-281
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