¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentario, en este lunes dela XI Semana del Tiempo Ordinario, ciclo A.
Dios nos bendice...
PRIMERA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Corinto 6,1-10
Y porque somos sus colaboradores, los exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios. Porque él nos dice en la Escritura: En el momento favorable te escuché, y en el día de la salvación te socorrí. Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación.
En cuanto a nosotros, no damos a nadie ninguna ocasión de escándalo, para que no se desprestigie nuestro ministerio.
Al contrario, siempre nos comportamos como corresponde a ministros de Dios, con una gran constancia: en las tribulaciones, en las adversidades, en las angustias, al soportar los golpes, en la cárcel, en las revueltas, en las fatigas, en la falta de sueño, en el hambre.
Nosotros obramos con integridad, con inteligencia, con paciencia, con benignidad, con docilidad al Espíritu Santo, con un amor sincero, con la palabra de verdad, con el poder de Dios; usando las armas ofensivas y defensivas de la justicia; sea que nos encontremos en la gloria, o que estemos humillados; que gocemos de buena o de mala fama; que seamos considerados como impostores, cuando en realidad somos sinceros; como desconocidos, cuando nos conocen muy bien; como moribundos, cuando estamos llenos de vida; como castigados, aunque estamos ilesos; como tristes, aunque estamos siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como gente que no tiene nada, aunque lo poseemos todo.
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 97,1-4
R. El Señor da a conocer su victoria.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 5, 38-42
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra. Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto; y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- Pablo comprende el carácter de su ministerio apostólico como una «colaboración». Él se limita a ayudar a los hombres, a reconocer la nueva realidad salvadora y a participar en ella. No pretende ser el actor principal del ministerio que ejerce. Es un «tesoro en vasos de barro».
- El Apóstol es administrador. La exhortación de Pablo tiene en cuenta el misterio de la libertad del hombre. Subraya con fuerza la actualidad de la profecía de Isaías con su discurso.
- Jesús en las bienaventuranzas había dicho: «felices los que lloran», «felices los pobres». Pablo, lo repite a su manera, mediante su propia vida.
- La insistencia está puesta en la segunda parte de cada una de esas frases: «estamos vivos, estamos siempre alegres, lo poseemos todo…».
***
- Frente al mal recibido el primer impulso que aparece es la venganza, devolver con la misma moneda. En su momento la ley del talión fue un gran avance porque evitaba la justicia por manos privadas y la desmesura y desproporción en la aplicación del castigo. El famoso «ojo por ojo, diente por diente» limitaba el derecho de venganza a una justa proporción: sólo se puede hacer al prójimo como retribución a un daño recibido lo mismo que él ha hecho, de lo contrario se comete una injusticia; a “tal” daño, “tal” respuesta.
- En el contexto de las bienaventuranzas desde las cuales el discípulo está llamado a ser sal de la tierra y luz del mundo Jesús enseña que el odio se supera en el perdón y la venganza con el amor; así lo expresó Él mismo cuando, en la cruz, intercedió por sus verdugos: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen».
- Frecuentemente se confunde la expresión “poner la otra mejilla” con la idea de la renuncia a nuestros derechos legítimos. Sin embargo poner la otra mejilla quiere decir denunciar e interpelar a quien nos ha agredido, con un gesto pacífico pero decidido. El perdón debe acompañarse con la verdad. No perdonamos tan sólo porque nos vemos imposibilitados o disminuidos.
- El discípulo no debe buscar revancha, pero sí mantenerse firme; estar abierto al perdón y decir las cosas claramente. Ciertamente no es un arte fácil, pero es el único modo de frenar el odio y la violencia y manifestar la vida nueva del Evangelio a un mundo a menudo carente de amor auténtico y transformador. Se trata de poner en marcha el compromiso de transformar la espiral de violencia que domina el mundo con una actitud propositiva que brota de un cambio profundo y radical sostenido por la gracia.
PARA DISCERNIR
- ¿Qué concepto de justicia manejo en mi relación con los demás?
- ¿Qué actitudes tomé ante el mal recibido?
- ¿Caí en la venganza? ¿Cómo me sentí?
REPITAMOS A LO LARGO DE ESTE DÍA
Demos siempre al que nos pide
ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES
Vicaría de Pastoral
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