¡Amor y paz en el 2022!
Con mis oraciones porque
el nuevo año nos traiga a todos muchas bendiciones, salud y el logro de nuestros
mejores proyectos, los invito a leer y meditar la Palabra de Dios en este sábado
1º de enero en que celebramos la solemnidad de Santa María Madre de Dios.
Dios nos bendice…
Lectura del libro de los Números 6, 22-27
El Señor dijo a Moisés: «Habla en
estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes
les dirán: «Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su
rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te
conceda la paz.» Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y yo los
bendeciré.»
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 2a)
R.
El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
haga brillar su rostro sobre
nosotros,
para que en la tierra se reconozca su
dominio,
y su victoria entre las
naciones. R.
Que canten de alegría las naciones,
porque gobiernas a los pueblos con
justicia
y guías a las naciones de la
tierra. R.
¡Que los pueblos te den gracias,
Señor,
que todos los pueblos te den gracias!
Que Dios nos bendiga,
y lo teman todos los confines de la
tierra. R.
Lectura de la carta del apóstol san
Pablo
a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido,
Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los
que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.
Y la prueba de que ustedes son hijos,
es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a
Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino
hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san
Lucas 2, 16-21
Los pastores fueron rápidamente y encontraron
a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron
lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban
quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba
estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y
glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio
que habían recibido.
Ocho días después, llegó el tiempo de
circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido
dado por el Ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor.
PARA REFLEXIONAR
- La fórmula de bendición sacerdotal que aparece
en la primera lectura, se cumplió plenamente en María. El Señor estuvo con
ella, desde el principio, le dio su paz, fue la llena de gracia. Así lo
sintió la primera Iglesia post-apostólica cuando la invocó: “Santa María,
Madre de Dios, ruega por nosotros”. Y así lo siente la Iglesia de nuestros
días llamándola: “Madre de la Paz”.
***
- San Pablo nos muestra que el Hijo hecho hombre
ha puesto su voluntad debajo de nuestras necesidades, De esta manera,
Jesucristo, el Hijo de Dios, nos ha dado la posibilidad de ser también
nosotros hijos de Dios por adopción.
***
- María cobra un particular relieve en este
texto de Lucas. En el contexto anterior de la presentación en el templo,
ella aparece como Madre carnal de Jesús. Aquí se presenta otra relación
entre Jesús y María: la de la fe. “Y María conservaba todas estas cosas,
meditándolas en su corazón”. Actitud de fe adulta y reflexiva. María
guardaba las cosas en su corazón, no como quien pone siete llaves y
mantiene oculto. María guarda las cosas en su corazón como aquella que
atesora, aquella que valora, aquella que es capaz de descubrir en cada
cosa un sentido y eso le da razón a su caminar.
- María tiene esa memoria sabía que no cae en
olvidos injustos, ni en recuerdos superficiales, tiene memoria del
corazón.
- Siempre estaba vivo en ella el gozo de la
anunciación, por la promesa de Dios, el amor dado en la visitación, la
confianza del buen José, todo lo que se decía del niño. Y en cada uno de
estos momentos experimentaba el paso de Dios por su vida, la ternura de un
Dios que la bendecía. Esta experiencia fue la que animó su esperanza y no quebrantó
su fe ante en el momento del dolor.
- La memoria del corazón le permitió
experimentar, una y otra vez, que el mismo Dios que la había llamado no
abandonaría la obra de sus manos aunque espesos nubarrones aparecieran en
el horizonte.
- Ella nos invita a acrecentar nuestra memoria
del corazón, a mirar con ojos nuevos el paso de Dios por nuestra vida.
Creemos que nuestro Dios es fiel y no cambia; lo que prometió lo cumplirá,
lo que nos dio no lo quitará, de lo que dijo no se desdecirá, su proyecto
no cambiará.
- Necesitamos que la memoria de su fidelidad nos
arranque de nuestros egoísmos, conveniencias, tibiezas e inseguridades,
para hacer memoria agradecida del pasado que nos permita mirar el futuro
con esperanza y pasión por el bien, la justicia y la paz. Para ese
compromiso hace falta la memoria buena de un Dios que ha sido generoso con
nuestra vida sabiendo rescatar todo lo bueno que hemos vivido, porque de
la memoria del corazón brotará nuestra fidelidad.
- María, Madre de Dios, al inicio de un nuevo
año aparece como lugar de encuentro del hombre con Dios y de Dios con el
hombre. Un mundo sin Dios sería pronto un mundo sin hombres. Estaría la
humanidad a merced del más fuerte, de la ley de la selva, de la violencia
y la destrucción. En María, los hombres deben encontrar a Dios y sentirse
hermanos los unos de los otros en Cristo Jesús.
- María es el signo de la presencia de Dios en
medio de los hombres, con el que se debe contar para construir el mundo en
la verdad, la justicia y la paz.
PARA DISCERNIR
- ¿Cómo me comprometo con la paz?
- ¿Creo que el valor de la paz verdadera anida
en un corazón reconciliado?
- ¿Soy constructor de paz en mis ambientes y
realidad
ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES
Vicaría de Pastoral
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