¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, a la manera de la lectio divina, en este sábado de la 3a semana del tiempo ordinario, ciclo A.
Dios nos bendice…
Sábado III Semana del Tiempo Ordinario
“¡Silencio! ¡Quédate quieto!“
Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos donde nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.
Amén
Evangelio según Marcos 4, 35-41
35 Ese día por la tarde, les dijo: “Vamos al otro lado del lago”.
36 Entonces dejaron allí a la gente, subieron a la barca en la que estaba Jesús y se fueron con Él, mientras otras barcas lo acompañaban. 37 De repente, un viento muy fuerte comenzó a soplar, y las olas chocaron con tanta fuerza sobre la barca que ya se estaba llenando de agua. 38 Jesús estaba durmiendo en la parte de atrás de la barca con la cabeza sobre una almohada. Entonces los discípulos lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que muramos?”
39 En ese momento se levantó, habló con fuerza al viento y dijo al lago: “¡Silencio! ¡Quédate quieto!” El viento se detuvo y todo estuvo en calma. 40 Luego les dijo: “¿Por qué tienen tanto miedo? ¿Todavía no tienen fe?”
41 Los discípulos tuvieron mucho miedo y se decían unos a otros: “¿Quién es este hombre que hasta el viento y el lago le obedecen?”
Palabra del Señor
Lectura, ¿Qué dice el texto?
Lo despertaron y le dijeron: “¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?”. Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Cállate!”. El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.
“¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”.
Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
El primer párrafo tiene una actitud de un grito de auxilio al Señor en medio de los problemas, el Señor con esa gran bondad y misericordia sale a ayudarnos y a traernos calma. ¿Alguna vez he estado en esta actitud de auxilio, ayuda y calma?, ¿Cuándo paso por este proceso me doy cuenta que solo con la actitud y presencia del Señor (puede venir de algún hermano, o simplemente es que se resuelve el problema) encuentro la paz, la calma?
Si observamos la pregunta “¿Quién dicen que soy?” y “¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?”, son muy similares pero en escenarios distintos y naturalezas distintas, la primera se refiere a las personas y la segunda a la naturaleza, al ambiente que los rodea. Ante las personas y ante lo que nos rodea, ¿Soy capaz de reconocer y agradecer al Señor?, en mis momentos difíciles, de angustia y desesperación, ¿Le pido al Señor ayuda?
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Señor, nuestra mayor alegría es reconocerte como el todopoderoso, con un amor y misericordia infinita, sé que en los momentos malos y buenos, tu estas siempre a mi lado para no permitir que me hunda, y en cambio me darás calma, paz y fe, gracias por tu infinito y eterno amor.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
Amén.
Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
“¡Silencio! ¡Quédate quieto!“
(Repetimos)
“¡Silencio! ¡Quédate quieto!“
“¡Silencio! ¡Quédate quieto!“
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?
1. Reconozcamos al Señor como el todopoderoso, con un infinito amor por nosotros.
2. Tengamos presente que el Señor, tarde o temprano siempre responde a nuestros llamados de auxilio y dará calma y paz.
3. Tomemos estas actitudes del Señor y si conocemos a alguien que esté pasando por problemas, sigamos el ejemplo de él.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
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