¡Amor y
paz!
Los
invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este miércoles de la 30a
semana del Tiempo Ordinario, ciclo C.
Dios nos
bendice...
Lectio Divina: Lucas 13, 22-30
Lectio
Miércoles, 30
Octubre , 2019
Tiempo
Ordinario
1) Oración inicial
Dos todopoderoso y
eterno, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad; y, para conseguir tus
promesas, concédenos amar tus preceptos. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del
Evangelio según Lucas 13,22-30
En aquel tiempo,
Jesús, de camino hacia Jerusalén, recorría ciudades y aldeas enseñando.
Uno le preguntó:
«Señor, ¿serán pocos los que se salven?»
Jesús les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán
entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os
quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos";
y él os replicará: "No sé quiénes sois." Entonces comenzaréis a
decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras
plazas." Pero él os replicará: "No sé quiénes sois. Alejaos de mí,
malvados." Entonces será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis
a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros
os veáis echados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur,
y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán
primeros, y primeros que serán últimos.»
3) Reflexión
● El evangelio de hoy
nos relata un episodio acontecido durante el largo camino de Jesús desde
Galilea hasta Jerusalén, cuya descripción ocupa más de una tercera parte del
evangelio de Lucas (Lc 9,51 a 19,28).
● Lucas 13,22: El camino de Jerusalén. “Atravesaba
ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén.”. Más de una vez Lucas dice que Jesús está de camino
hacia Jerusalén. En los diez capítulos que describen el viaje hasta Jerusalén
(Lc 9,51 a 19,28), Lucas, constantemente, recuerda que Jesús está de camino
hacia Jerusalén (Lc 9,51.53.57; 10,1.38; 11,1; 13,22.33; 14,25; 17,11; 18,31;
18,37; 19,1.11.28). lo que es claro y es definido desde el comienzo el es
destino del viaje: Jerusalén, la capital, donde Jesús será condenado a muerte
(Lc 9,31.51). Raramente, informa sobre el recorrido y los lugares por donde
Jesús pasaba. Sólo al comienzo del viaje (Lc 9,51), en medio (Lc 17,11) y al
final (Lc 18,35; 19,1), sabemos algo respecto del lugar por donde Jesús estaba
pasando. De este modo, Lucas sugiere la siguiente enseñanza: tenemos que tener
claro el objetivo de nuestra vida, y asumirlo decididamente como hizo Jesús.
Debemos caminar. No podemos detenernos. Pero no siempre es claro y es definido
por dónde pasamos. Lo que es cierto es el objetivo: Jerusalén, donde nos espera
el “éxodo” (Lc 9,31), la pasión, la muerte y la resurrección.
● Lucas 13,23: La pregunta sobre los pocos que se
salvan. A lo largo del camino hacia
Jerusalén acontece de todo: informaciones sobre las masacres y los desastres
(Lc 13,1-5), parábolas (Lc 13,6-9.18-21), discusiones (Lc 13,10-13) y, en el
evangelio de hoy, preguntas de la gente: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se
salvan?" ¡Siempre la misma
pregunta alrededor de la salvación!
● Lucas
13,24-25: La
puerta estrecha. Jesús dice que la
puerta es estrecha: "
Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán
entrar y no podrán.”. Jesús ¿dijo
esto para llenarnos de miedo y obligarnos a observar la ley como enseñaban los
fariseos? ¿Qué significa esta puerta estrecha? ¿De qué se trata? En el Sermón
de la Montaña Jesús sugiere que la entrada en el Reino tiene ocho puertas. Son las
ocho categorías de personas de las bienaventuranzas: (a) pobres de espíritu,
(b) mansos, (c) afligidos, (d) hambrientos y sedientos de justicia, (e)
misericordiosos, (f) limpios de corazón, (g) constructores da paz y (h)
perseguidos por causa de la justicia (Mt 5,3-10). Lucas las reduce a cuatro:
(a) pobres, (b) hambrientos, (c) tristes y (d) perseguidos (Lc 6,20-22).
Solamente entran en el Reino los que pertenecen a una de estas categorías
enumeradas en las bienaventuranzas. Esta es la puerta estrecha. Es la nueva
mirada sobre la salvación que Jesús nos comunica. ¡No hay otra puerta! Se trata
de la conversión que Jesús nos pide. Insiste en lo siguiente: " Luchad por entrar por la
puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando
el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis
fuera a llamar a la puerta, diciendo: `¡Señor, ábrenos!' Y os responderá: `No
sé de dónde sois.”. El tiempo hasta
la hora del juicio, es tiempo favorable para la conversión, para cambiar
nuestra visión sobre la salvación y entrar en una de estas ocho categorías.
● Lucas
13,26-28: El
trágico malentendido. Dios responde
a los que llaman a la puerta: “No sé de dónde sois”.
Pero ellos insisten y argumentan: ¡Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras! No basta haber convivido con Jesús, no basta
haber participado en la multiplicación de los panes y haber escuchado sus
enseñanzas en las plazas de las ciudades y en los poblados. No basta haber ido
a la iglesia y haber participado en las instrucciones del catecismo. Dios
responderá: ¡No sé
de dónde sois!. Retiraos de mí, todos los malhechores!”. Trágico malentendido y falta total de
conversión, de comprensión. Jesús declara injusticia aquello
que los demás consideran ser cosa justa y agradable a Dios. Es una visión
totalmente nueva sobre la salvación. La puerta es realmente estrecha.
● Lucas
13,29-30: La clave
que explica el malentendido. “Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del
sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Pues hay últimos que serán
primeros y hay primeros que serán últimos.”. Se trata de un gran cambio que se operó con la venida
de Dios hasta nosotros en Jesús. La salvación es universal y no sólo del pueblo
judío. Todos los pueblos tendrán acceso y podrán pasar por la puerta estrecha.
4) Para la reflexión
personal
● Tener el objetivo
claro y caminar hacia Jerusalén: ¿mis objetivos son claros o me dejo llevar por
el viento del momento?
● La puerta es
estrecha. ¿Qué idea tengo de Dios, de la vida, de la salvación?
5) Oración final
Alábente, Señor, tus
creaturas,
bendígante tus fieles;
cuenten la gloria de
tu reinado,
narren tus proezas.
(Sal 145,10-11)
Orden
de los Carmelitas
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