martes, 31 de diciembre de 2019
La Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros
¡Amor y paz!
Los Invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio de hoy, martes séptimo día dentro de la Octava de Navidad.
Dios nos bendice…
Lectio Divina: Juan 1,1-18
Lectio
Martes, 31 Diciembre , 2019
Tiempo de Navidad
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, que has establecido el principio y la plenitud de toda religión en el nacimiento de tu Hijo Jesucristo: te suplicamos nos concedas la gracia de ser contados entre los miembros vivos de su Cuerpo, porque sólo en él radica la salvación del mundo. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Juan 1,1-18
En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada Lo que se hizo en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, viniendo a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.
3) Reflexión
• El Prólogo es la primera cosa que se ve al abrir el evangelio de Juan. Pero fue la última en ser escrita. Es el resumen final, puesto en el comienzo. En él, Juan describe la caminada de la Palabra de Dios. Ella estaba junto a Dios, desde antes de la creación y por medio de ella todo fue creado. Todo lo que existe es expresión de la Palabra de Dios. Como la Sabiduría de Dios (Prov 8,22-31), la Palabra quiso llegar más cerca de nosotros y se hizo carne en Jesús. Vino en medio de nosotros, realizó su misión y volvió a Dios. Jesús es esta Palabra de Dios. Todo lo que dice y hace es comunicación que nos revela al Padre.
• Diciendo "En el principio era la Palabra", Juan evoca la primera frase de la Biblia que dice: "En el principio Dios creó el cielo y la tierra" (Gn 1,1). Dios creó todo por medio de su Palabra. "El habló y las cosas empezaron a existir" (Sl 33,9; 148,5). Todas las criaturas son una expresión de la Palabra de Dios. Esta Palabra viva de Dios, presente en todas las cosas, brilla en las tinieblas. Las tinieblas intentan apagarla, pero no lo consiguen. La búsqueda de Dios, siempre nueva, renace en el corazón humano. Nadie consigue taparla. ¡No conseguimos vivir sin Dios por mucho tiempo!
• Juan Bautista vino para ayudar al pueblo a que descubriera y saboreara esta presencia luminosa y consoladora de la Palabra de Dios en la vida. El testimonio de Juan el Bautista fue tan importante, que mucha gente pensaba de él que era el Cristo (Mesías). (Hechos 19,3; Jn 1,20) Por eso, el Prólogo aclara diciendo: "¡Juan no era la luz! Vino para dar testimonio de la luz!"
• Así como la Palabra de Dios se manifiesta en la naturaleza, en la creación, asimismo se manifiesta en el "mundo", esto es, en la historia de la humanidad y, en particular, en la historia del pueblo de Dios. Pero el “mundo" no reconoció ni recibió la Palabra. El "vino para los suyos, pero los suyos no le recibieron". Aquí, cuando dice mundo, Juan quiere indicar el sistema tanto del imperio como de la religión de la época, ambos encerrados en si mismos y, por esto mismo, incapaces de reconocer y recibir la Buena Nueva (Evangelio), la presencia luminosa de la Palabra de Dios.
• Pero las personas que se abren aceptando la Palabra, se vuelven hijos e hijas de Dios. La persona se vuelve hijo o hija de Dios no por propios méritos, ni por ser de la raza de Israel, sino por el simple hecho de confiar y creer que Dios, en su bondad, nos acepta y nos acoge. La Palabra de Dios entra en la persona y hace con que ella se siente acogida por Dios como hija, como hijo. Es el poder de la gracia de Dios.
• Dios no quiere quedarse lejos de nosotros. Por esto, su Palabra llegó más cerca todavía y se hizo presente en medio de nosotros en la persona de Jesús. El Prólogo dice literalmente: "La Palabra se hizo carne y puso su tienda entre nosotros" Antiguamente, en el tiempo del éxodo, allí en el desierto Dios vivía en una tienda en medio del pueblo (Ex 25,8). Ahora, la tienda donde Dios mora con nosotros es Jesús, "lleno de gracia y de verdad" Jesús vino a revelar quién es este Dios nuestro, que está presente en todo, desde el comienzo de la creación.
4) Para la reflexión personal
• Todo lo que existe es una expresión de la Palabra de Dios, una revelación de su presencia. ¿Será que soy suficientemente contemplativo para poder percibir y experimentar esta presencia universal de la Palabra de Dios?
• ¿Qué significa para mí poder ser llamado hijo de Dios?
5) Oración final
Griten de gozo los árboles del bosque,
delante del Señor, que ya viene,
viene, sí, a juzgar la tierra!
Juzgará al mundo con justicia,
a los pueblos con su lealtad. (Sal 96,12-13)
Orden de los Carmelitas
lunes, 30 de diciembre de 2019
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en
este lunes, día 6º de la Octava de Navidad, ciclo A.
Dios nos bendice...
Día VI dentro de la Octava de Navidad
👼🏻 Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos donde nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.
Amén
📖 Evangelio según Lucas 2, 36-40
Estaba también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido.
Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
😇Palabra del Señor
📕 Lectura, ¿Qué dice el texto?
Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
🙋🏽Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
📗 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Este texto se nos presenta en dos párrafos, pero en ambos hay algo en común: El cumplimiento y el servicio. Ana, una profetisa, es decir alguien que estaba muy clara ante Dios y lo mismo José y María, ambos desde su ambiente estaban cumpliendo y sirviendo según lo que Dios había decidido.
👼🏻 Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo ven a estos momentos donde nos disponemos de corazón y mente para escuchar el mensaje de Dios y ponerlo en acción en nuestra vida.
Amén
📖 Evangelio según Lucas 2, 36-40
Estaba también allí una profetisa llamada Ana, hija de Fanuel, de la familia de Aser, mujer ya entrada en años, que, casada en su juventud, había vivido siete años con su marido.
Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
Se presentó en ese mismo momento y se puso a dar gracias a Dios. Y hablaba acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
😇Palabra del Señor
📕 Lectura, ¿Qué dice el texto?
Desde entonces había permanecido viuda, y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones.
Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea.
El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.
🙋🏽Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
📗 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
Este texto se nos presenta en dos párrafos, pero en ambos hay algo en común: El cumplimiento y el servicio. Ana, una profetisa, es decir alguien que estaba muy clara ante Dios y lo mismo José y María, ambos desde su ambiente estaban cumpliendo y sirviendo según lo que Dios había decidido.
¿Soy cómo Ana, José y María, que Dios me pide que
cumpla con lo Él y le sirva?, Ana lo hizo anunciado la venida de Jesús, Yo y
tú, aparte de ir a misa, de leer la Biblia, rezar, etc. ¿De que forma anuncio
la presencia de Jesús a los demás? José y María cumplieron y sirvieron a Dios,
Él les dio a Jesús desde Bebé y ellos tuvieron que poner atención en su cuidado
personal, aseo, educarlo, transmitirle valores para que el niño Jesús pudiera
«El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría», quizás fue un
granito de arena o quizás fue mucho, pero desde luego que el Bebé Jesús, por si
solo no hubiera podido llegar a la niñez, a la adolescencia y a la juventud,
¿Que hago, que hacemos como familia para lograr que los bebes, los niños puedan
crecer y se fortalezcan en sabiduría?, ¿Que cosas debería hacer a un lado para
prestar más atención a los bebés, niños, adolescentes y jóvenes, y lograr que
sean en un sentido muy positivo fuertes en sabiduría y construyamos juntos un
mundo mejor?, ¿Cómo sirvo a Dios de día y noche, dentro y fuera de la Iglesia?
🙋🏻Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
📘 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Dios, sé que desde que llegamos a este mundo nos pediste que cumplamos y sirvamos, de generación en generación nos has ido dejando las formas de qué y cómo es que debemos anunciarte, no sólo decir existe Dios, acudir al templo, escuchar tu mensaje, tu palabra, sino que también anunciarte con acciones, con ejemplos a los demás, así como lo hizo Ana, cómo lo hizo José y María. Debemos anunciarte en el templo, en el seno de la Familia, en el ambiente que nos rodea, en todo el mundo y en todos los lugares donde podamos. Ayúdanos a comprender que tu palabra se transforma en acciones que nos ayudan a ser más sabios, vivir en un mundo mejor y llegar a tu Reino.
🙋🏿Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
Amén.
📙 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
«Sirviendo a Dios noche y día»
(Repetimos)
«Sirviendo a Dios noche y día»
«Sirviendo a Dios noche y día»
🙋🏼Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
🏃🏻⛪ Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?
1. Que nos comprometamos a cumplir la ley de Dios en nosotros mismos, en cada pequeño, con nuestros semejantes y enseñarla a los demás.
2. Dar gracias a Dios Padre en oraciones y acciones por haber enviado a su hijo como ejemplo, como luz para nuestra salvación.
3. Tomar el ejemplo de Ana, José y María y cumplir siriviendo dentro y fuera de la Iglesia.
🙋Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
🙋🏻Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
📘 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Dios, sé que desde que llegamos a este mundo nos pediste que cumplamos y sirvamos, de generación en generación nos has ido dejando las formas de qué y cómo es que debemos anunciarte, no sólo decir existe Dios, acudir al templo, escuchar tu mensaje, tu palabra, sino que también anunciarte con acciones, con ejemplos a los demás, así como lo hizo Ana, cómo lo hizo José y María. Debemos anunciarte en el templo, en el seno de la Familia, en el ambiente que nos rodea, en todo el mundo y en todos los lugares donde podamos. Ayúdanos a comprender que tu palabra se transforma en acciones que nos ayudan a ser más sabios, vivir en un mundo mejor y llegar a tu Reino.
🙋🏿Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
Amén.
📙 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
«Sirviendo a Dios noche y día»
(Repetimos)
«Sirviendo a Dios noche y día»
«Sirviendo a Dios noche y día»
🙋🏼Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
🏃🏻⛪ Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?
1. Que nos comprometamos a cumplir la ley de Dios en nosotros mismos, en cada pequeño, con nuestros semejantes y enseñarla a los demás.
2. Dar gracias a Dios Padre en oraciones y acciones por haber enviado a su hijo como ejemplo, como luz para nuestra salvación.
3. Tomar el ejemplo de Ana, José y María y cumplir siriviendo dentro y fuera de la Iglesia.
🙋Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?
Fundación Ramón Pané
domingo, 29 de diciembre de 2019
«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto»
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este
domingo en que celebramos la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José–
Ciclo A.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Sagrada Familia (A)
Lectio
La huida a Egipto y el regreso a Nazaret
Mateo 2,13-23
Mateo 2,13-23
1. LECTIO
a) Oración inicial:
Oh Dios, nuestro Creador y Padre, tú has querido que tu
Hijo, engendrado antes de la aurora del mundo, fuese en todo semejante a
nosotros encarnándose en el seno de la Virgen María por obra del Espíritu
Santo. Envía sobre nosotros tu mismo Espíritu vivificador, para que podamos ser
siempre más dóciles a la acción santificadora, dejándonos transformar
dócilmente por el mismo Espíritu en la imagen y semejanza de Jesucristo tu
Hijo, nuestro hermano, salvador y redentor.
b) Lectura del Evangelio de Mateo:
13 Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a
José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto;
y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para
matarle.» 14 Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a
Egipto; 15 y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera lo
dicho por el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
16 Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: 18 Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
19 Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: 20 «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» 21 Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. 22 Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, 23 y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese lo dicho por los profetas: Será llamado Nazoreo.
16 Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.17 Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: 18 Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
19 Muerto Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: 20 «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño.» 21 Él se levantó, tomó consigo al niño y a su madre, y entró en tierra de Israel. 22 Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y, avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, 23 y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese lo dicho por los profetas: Será llamado Nazoreo.
c) Momento de silencio:
para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e
iluminar nuestra vida.
2. MEDITATIO
a) Clave de lectura:
El evangelio de Mateo ha sido llamado el “Evangelio del
Reino”. Mateo nos invita a reflexionar sobre la venida del reino de los cielos.
En la estructura de su relato evangélico algunos han visto un drama en siete
actos, que trata de la realidad de la venida de este Reino. El drama comienza
con la preparación para esta venida del reino en la persona del Mesías niño y
termina con la venida del Reino en el sufrimiento y en el triunfo con la
pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, Hijo de Dios.
El pasaje del evangelio propuesto para nuestra reflexión,
forma parte por así decir del primer acto, en el cual Mateo nos presenta la
persona de Jesús como el cumplimiento de las Escrituras. Mateo es el evangelista
que más veces cita el Antiguo Testamento para demostrar que en Cristo se
cumplen la ley y los profetas. Jesús, la realización y la perfección de las
Escrituras, ha venido al mundo para restablecer el reino de los cielos, ya
anunciado en la alianza de Dios con su pueblo. Con la venida de Cristo, esta
alianza no se limita sólo al pueblo hebreo, sino que se extiende a todos los
pueblos. Mateo dirige una comunidad de hebreos cristianos, perseguida por la
sinagoga, y la invita a la apertura hacia los gentiles. Él es el escriba sabio
que sabe sacar de su tesoro lo que es antiguo y lo que es nuevo. El evangelio
ha sido primeramente escrito en arameo y después redactado en griego.
El pasaje Mateo 2,13-23, hace parte de la sección que
trata del nacimiento y la infancia de “Jesucristo hijo de David, hijo de
Abrahán” (Mt 1,1). Jesús es hijo de su pueblo, pero también es hijo de toda la
humanidad. En su genealogía se encuentran influencias extranjeras (Mt 1, 3-6).
Los primeros llamados a dar homenaje al recién nacido, además de María su Madre
(Mt 2, 11), son los Magos. El Mesías atrae a los sabios con su luz
ofreciéndoles la salvación (Mt 2,1-12). Los Magos reciben esta salvación en
contraste con Herodes y la Jerusalén turbada (Mt 2,3). Desde su nacimiento,
Jesús es perseguido por los jefes de su pueblo y al mismo tiempo revive las experiencias
dolorosas de su pueblo.
Ya desde su nacimiento revive la experiencia de su pueblo
exiliado y humillado más de una vez. El evangelio nos demuestra esto con el
relato de la huida a Egipto y la matanza de los inocentes. El drama de estos
sucesos se desarrolla delante de nosotros en estos apartados:
i) El ángel que aparece en sueños a José después de la partida de los Magos, y la huida a Egipto (Mt 2,13-15).
ii) Herodes que cae en la cuenta de la burla de los Magos y mata a todos los niños de Belén (Mt 2, 16-18).
iii) La muerte de Herodes y el regreso “clandestino” de la Santa Familia, no a Belén sino a Galilea (Mt 2, 19-23)
i) El ángel que aparece en sueños a José después de la partida de los Magos, y la huida a Egipto (Mt 2,13-15).
ii) Herodes que cae en la cuenta de la burla de los Magos y mata a todos los niños de Belén (Mt 2, 16-18).
iii) La muerte de Herodes y el regreso “clandestino” de la Santa Familia, no a Belén sino a Galilea (Mt 2, 19-23)
El tema del rey que mata a los temidos adversarios es
común en la historia de toda dinastía real. En la literatura bíblica además de
esta escena de Herodes que busca al Niño Jesús para matarlo, encontramos en el
Antiguo Testamento algunos relatos semejantes. En el primer libro de Samuel,
Saúl rechazado por el Señor, tiene temor de David e intenta matarlo (1 Sam 15;
18; 19; 20). Mical y Jonatán lo ayudan a escapar (1Sam 19,20). Además, en el
primer libro de los Reyes, el rey Salomón, en su vejez, infiel a Dios y a sus
padres, con el corazón pervertido, cometió lo que es malo a los ojos del Señor
(1 Re 11,3-13). Por eso el Señor suscita contra él un adversario (1 Re 11,14),
Hadad, que durante el reino de David huye y se refugia en Egipto (1 Re 11,17).
Otro adversario de Salomón es Jeroboán, que también se refugia en Egipto para
escapar del rey que quiere matarlo (1 Re 11,40). Esto era el período de la
degeneración del reino. En el segundo libro de los Reyes, esta vez en el
contexto del asedio a Jerusalén, que sucede “en el año nono de su reinado [de
Nabucodonosor], en el décimo mes, el diez del mes” (2 Re 25,1) del año 589,
encontramos el saqueo de Jerusalén y la segunda deportación del pueblo en el
año 587 (2 Re 25, 8-21). El pueblo “que quedaba en el país de la Judea” (2Re
25,22) se somete a Godolía puesto como gobernador por Nabucodonosor. “Ismael
[...] con diez hombres [...] dieron muerte a Godolía, a los Judíos y Caldeos
que estaban con él”. Luego, por temor de los Caldeos, huyeron a Egipto (2 Re
25-26). En el libro del profeta Jeremías encontramos también el relato de Uría
“un hombre que profetizaba en el nombre del Señor” (Jer 26, 20). Éste huye a
Egipto porque el rey Joaquín trataba de matarlo. El rey logró encontrarlo en
Egipto y lo mató (Jer 25 20-24).
Con estos hechos que aclaran la huída de la Sagrada
Familia a Egipto, Mateo nos hace ver a Jesús que ya desde niño participa de la
suerte de su pueblo. Egipto se convierte para Jesús en refugio, como lo fue
para los patriarcas:
- Abrahán que “descendió en Egipto, para vivir allí, porque la carestía pesaba sobre aquel país” (Gén 12,1)
- José amenazado por los hermanos que intentan matarlo por envidia y es después vendido a los mercaderes que lo conducen a Egipto entregándolo a Putifar (Gén 37, 12-36)
- Israel (Jacob) que sale para Egipto llamado por su hijo José (Gén 46, 1-7).
- La familia de Israel (Jacob) que entra en Egipto y allí se establece (Gén 46-50; Ex 1, 1-6)
- Abrahán que “descendió en Egipto, para vivir allí, porque la carestía pesaba sobre aquel país” (Gén 12,1)
- José amenazado por los hermanos que intentan matarlo por envidia y es después vendido a los mercaderes que lo conducen a Egipto entregándolo a Putifar (Gén 37, 12-36)
- Israel (Jacob) que sale para Egipto llamado por su hijo José (Gén 46, 1-7).
- La familia de Israel (Jacob) que entra en Egipto y allí se establece (Gén 46-50; Ex 1, 1-6)
Mateo cambia el sentido de la cita tomada de Oseas 11,1:
“De Egipto llamé a mi hijo” y la interpreta como si Dios llamase a su Hijo
Jesús para huir a Egipto (Mt 2,15). El sentido original de Oseas era, que el
Señor llamó a su hijo Israel a huir a Egipto para formar un pueblo. La huida a
Egipto de Jesús y el exterminio de los inocentes de Belén nos recuerda la
opresión de Israel en el país de Egipto y el exterminio de los recién nacidos
machos. (Éx 1, 8-22)
La profecía aplicada para la matanza de los inocentes
está tomada del libro de la consolación compuesto por los capítulos 30 y 31 del
libro del profeta Jeremías. El lamento está ligado a la promesa del Señor que
consuela a Raquel esposa de Jacob (Israel) madre de José sepultada según la
tradición cerca de Belén y le promete que habrá una compensación por sus penas,
sus hijos que no volverán jamás (Jer 31, 15-18).
Volviendo de Egipto después de la muerte de Herodes, José
decide establecerse en Galilea en una ciudad llamada Nazaret. Jesús será
llamado Nazareno. Más tarde también sus discípulos serán reconocidos como
Nazarenos (Act 24,5). Este apelativo además de indicar el nombre de una ciudad,
puede también referirse al “retoño”, o sea, al “neçer” de Isaías 11,1. Puede
también referirse al resto de Israel “naçur” (ver Is 42,6)
b) Preguntas para la reflexión personal:
i) ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de este
relato de Mateo?
ii) ¿Qué significa para ti el reino de los cielos?
iii) ¿En qué se diferencia el reino de los cielos de los reinos de este mundo?
iv) Mateo nos presenta la persona de Jesús como aquél que se identifica con la suerte de su pueblo. Lee los pasajes citados en la clave de lectura para reflexionar y orar obre los acontecimientos del pueblo de Dios, en el que Jesús se ha identificado. ¿Cuáles son las situaciones semejantes en nuestro mundo? Pregúntate que puedes hacer tú para mejorar el ambiente en el que vives y trabajas...sobre todo si no concuerdan con el reino de los cielos.
ii) ¿Qué significa para ti el reino de los cielos?
iii) ¿En qué se diferencia el reino de los cielos de los reinos de este mundo?
iv) Mateo nos presenta la persona de Jesús como aquél que se identifica con la suerte de su pueblo. Lee los pasajes citados en la clave de lectura para reflexionar y orar obre los acontecimientos del pueblo de Dios, en el que Jesús se ha identificado. ¿Cuáles son las situaciones semejantes en nuestro mundo? Pregúntate que puedes hacer tú para mejorar el ambiente en el que vives y trabajas...sobre todo si no concuerdan con el reino de los cielos.
3. ORATIO
a) Oración personal en silencio.
b) Termina la lectio divina con
esta oración:
Padre misericordioso, concédenos seguir los ejemplos de
la Sagrada Familia de Jesús, José y María, para que estemos siempre seguros en
las pruebas de esta vida hasta el día en que nos reunamos en la gloria del
cielo. Por Cristo nuestro Señor.
4. CONTEMPLATIO
La paz de Cristo reine en vuestros corazones. (Col 3,15)
Orden de los Carmelitas
sábado, 28 de diciembre de 2019
Herodes mandó matar a todos los niños en Belén
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este
sábado en que celebramos la fiesta de los Santos Inocentes mártires.
Dios nos bendice...
Lectio Divina: Santos
Inocentes
Lectio
Sábado, 28 de diciembre de 2019
Tiempo de
Navidad
1) Oración inicial
Dios
nuestro, que concediste a los Santos Inocentes dar testimonio de Cristo, no de
palabra, sino con su sangre, ayúdanos a poner de manifiesto nuestra fe, no sólo
con nuestros labios, sino, más bien, con nuestra conducta diaria. Por nuestro
Señor Jesucristo. Amen.
2) Lectura
Del santo
Evangelio según Mateo 2,13-18
Cuando los
magos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí
hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Él se
levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo
allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera lo dicho por el Señor
por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
3) Reflexión
• El
Evangelio de Mateo, redactado entorno a los años 80 y 90, tiene la preocupación
de mostrar que en Jesús se realizan las profecías. Muchas veces se dice: “Esto
sucedió para que se realizara lo que dice la escritura....” (cf. Mt 1,22;
2,17.23; 4,14; 5,17; etc.). Es porque los destinatarios del Evangelio de Mateo
son las comunidades de judíos convertidos que vivían una crisis profunda de fe
y de identidad. Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70, los
fariseos eran el único grupo superviviente del judaísmo. En los años 80, cuando
empezaron a reorganizarse, creció la oposición entre judíos fariseos y judíos
cristianos. Estos últimos terminaron siendo excomulgados de la sinagoga y
separados del pueblo de las promesas. La excomulga volvió a agudizar el
problema de la identidad. No podían frecuentar más sus sinagogas. Y llegó la
duda: ¿Será que nos equivocamos? ¿Quién es el verdadero pueblo de Dios? Jesús,
¿es realmente el Mesías?
• Es para
este grupo sufrido que Mateo escribe su evangelio como Evangelio de la consolación para
ayudarlos a superar el trauma de la ruptura, como Evangelio de la revelación para
mostrar que Jesús es el verdadero Mesías, el nuevo Moisés, en quien se realizan
las promesas; como Evangelio de la nueva práctica para enseñar
el camino de cómo alcanzar la nueva justicia, mayor que la justicia de los
fariseos (Mt 5,20).
• En el
evangelio de hoy aparece esta preocupación de Mateo. El consuela las
comunidades perseguidas mostrando que Jesús también fue perseguido. El revela que
Jesús es el Mesías, pues por dos veces insiste en decir que las profecías se
realizarán en él; y sugiere además que Jesús es el nuevo Moisés, pues al igual
que Moisés fue perseguido y tuvo que huir. El indica un nuevo camino,
sugiriendo que deben hacer como los magos que supieron evitar la vigilancia de
Herodes e volvieron por otro camino a su morada.
4) Para la reflexión personal
• Herodes
mandó matar a los niños de Belén. El Herodes de hoy sigue matando a millones de
niños. Mueren de hambre, de enfermedad, de desnutrición, por el aborto. ¿Quién
es hoy Herodes?
• Mateo
ayuda a superar la crisis de fe y de identidad. Hoy, muchos viven una crisis
profunda de fe y de identidad. El Evangelio, ¿cómo puede ayudar a superar esta
crisis de fe?
5) Oración final
Nuestra
ayuda es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. (Sal 124,8)
que hizo el cielo y la tierra. (Sal 124,8)
Orden de los Carmelitas
viernes, 27 de diciembre de 2019
Vio y creyó
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este
viernes en que celebramos las fiesta de San Juan Apóstol y Evangelista.
Dios nos bendice...
Lectio
Divina: S. Juan el Apóstol y Evangelista
Lectio
Viernes,
27 Diciembre , 2019
1)
Oración inicial
Dios nuestro, que por medio del apóstol san Juan, has
querido descubrirnos la profundidad de la vida y del amor de tu Hijo, haz que
seamos capaces de conocer y de amar cada día más a Jesucristo, nuestro
redentor, que vive y reina ....
2)
Lectura
Del
santo Evangelio según Juan 20,2-8
Echa
a correr y llega a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús quería y les
dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio los lienzos en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio los lienzos en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.
3)
Reflexión
• El evangelio de hoy trae el pasaje del Evangelio de
Juan, que habla del Discípulo Amado. Probablemente, se escogió este texto para
que se lea y medite en el día de hoy, fiesta de San Juan Evangelista, por la
identificación espontánea que todos hacemos del discípulo amado con el apóstol
Juan. Lo curioso es que en ningún trozo del evangelio de Juan se dice que el
discípulo amado es Juan. Pero desde el más remoto inicio de la Iglesia, siempre
se insistió en la identificación de los dos. Por ello, insistiendo en la
semejanza entre los dos, corremos el riesgo de perder un aspecto muy importante
del mensaje del Evangelio respecto al discípulo amado.
• En el evangelio de Juan el discípulo amado representa
la nueva comunidad que nace alrededor de Jesús. El Discípulo Amado está a los
pies de la Cruz, junto a María, la madre de Jesús (Jn 19,26). María representa
el Pueblo de la antigua alianza. Al final del siglo primero, época en que se
hizo la redacción final del Evangelio de Juan, había un conflicto creciente
entre la sinagoga y la iglesia. Algunos cristianos querían abandonar el Antiguo
Testamento y quedarse sólo con el Nuevo Testamento. A los pies de la Cruz,
Jesús dice: “Mujer, ¡he aquí a tu hijo!” y al discípulo amado: “Hijo, ¡he aquí
a tu madre!” Y los dos tienen que permanecer unidos, como madre e hijo. Separar
el Antiguo Testamento del Nuevo Testamento, en aquel tiempo era lo mismo que lo
que hoy llamamos separación entre fe (NT) y vida (AT).
• En el evangelio de hoy, Pedro y el Discípulo Amado,
alertados por el testimonio de María Magdalena, corren juntos hacia el Santo
Sepulcro. El joven es más veloz que el viejo y
llega primero. Mira dentro del sepulcro, observa todo, pero no entra. Deja que
Pedro entre. Pedro entra. Es sugestiva la manera en que el evangelio describe
la reacción de los dos hombres ante lo que ambos ven: “Entró a la sepultura y
vio los lienzos por el suelo. El sudario que pasaba sobre la cabeza no estaba
en el suelo como los lienzos, sino enrollado en su mismo lugar. Entonces el
otro discípulo, que había llegado primero, entró a su vez, vio y creyó”. Ambos
vieron la misma cosa, pero sólo se dice del Discípulo Amado que
creyó: “Entonces el otro discípulo, que había llegado primero, entró a su vez,
vio y creyó” Por qué? ¿Será que Pedro no creyó?
• El discípulo amado tiene una mirada diferente que
percibe más que los demás. Tiene una mirada amorosa que percibe la presencia de
la novedad de Jesús. De madrugada, después de aquella noche de búsqueda y
después de la pesca milagrosa, es él, el discípulo amado, que percibe la
presencia de Jesús y dice “¡Es el Señor!” (Jo 21,7). En aquella ocasión, Pedro,
alertado por la afirmación del discípulo amado también reconoce y empieza a
entender. Pedro aprende del discípulo amado. Enseguida Jesús pregunta tres
veces: “Pedro, ¿me amas tú?” (Jn 21,15.16.17). Por tres veces, Pedro respondió:
“¡Tú sabes que yo te amo¡” Después de la tercera vez, Jesús confía las ovejas a
los cuidados de Pedro, pues en ese momento también Pedro se vuelve “Discípulo
Amado”.
4)
Para la reflexión personal
• Todos los que creemos en Jesús somos hoy el Discípulo
Amado. ¿Será que tengo la misma mirada amorosa para percibir la presencia de
Dios y creer en su resurrección?
• Separar el Antiguo del Nuevo Testamento es lo mismo que
separar Vida y Fe. ¿Cómo hago y vivo esto?
5)
Oración final
Los montes se derriten como cera,
ante el Dueño de toda la tierra;
los cielos proclaman su justicia,
los pueblos todos ven su gloria. (Sal 97,5-6)
ante el Dueño de toda la tierra;
los cielos proclaman su justicia,
los pueblos todos ven su gloria. (Sal 97,5-6)
Orden de los Carmelitas
jueves, 26 de diciembre de 2019
El que persevere hasta el fin, ese se salvará
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a
leer y meditar el Evangelio, en este jueves en que celebramos la fiesta de San
Esteban, protomártir.
Dios nos bendice…
Lectio Divina: San Esteban Protomártir
Lectio
Jueves, 26 diciembre de 2019
Tiempo de Navidad
1) Oración inicial
Dios nuestro, que
concediste a san Esteban, protomártir, fortaleza para orar por sus verdugos,
haz que, a imitación suya, sepamos perdonar de corazón a cuantos nos hayan
ofendido o causado algún mal. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
2) Lectura
Del santo Evangelio según Mateo 10,17-22
Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
«Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.
3) Reflexión
• El contraste es
grande. Ayer, día de Navidad, tuvimos el pesebre del recién nacido con el canto
de los ángeles y la visita de los pastores. Hoy es la sangre derramada de
Esteban, apedreado hasta la muerte, porque tuvo el valor de creer en la promesa
expresada en la sencillez del pesebre. Esteban criticó la interpretación
fundamentalista de la Ley de Dios y el monopolio del Templo. Por eso le mataron
(Hechos 6,13-14).
• Hoy, en la fiesta de Esteban, primer mártir, la liturgia nos presenta un pasaje del evangelio de Mateo (Mt 10,17-22), sacado del así llamado Sermón de la Misión (Mt 10,5-42). En él Jesús advierte a sus discípulos diciendo que la fidelidad al evangelio conlleva dificultades y persecución: “a ustedes los arrastrarán ante las autoridades, y los azotarán en las sinagogas”. Más para Jesús lo que importa en la persecución no es el lado doloroso del sufrimiento, más bien el lado positivo del testimonio: “Por mi causa, ustedes serán llevados ante los gobernantes y los reyes, teniendo así la oportunidad de dar testimonio de mí ante ellos y los paganos”. La persecución es una oportunidad para dar testimonio de la Buena Nueva que Dios nos trae.
• Fue lo que aconteció con Esteban. El dio testimonio de su fe en Jesús hasta el último momento de su vida. En la hora de su muerte dijo: “Veo el cielo abierto; y al Hijo del Hombre de pie a la derecha de Dios” (Hechos 7,56). Y al caerse muerto bajo las piedras imitó a Jesús, gritando: “¡Señor, no les tengas en cuenta este pecado!” (Hechos 7,60; Lc 23,34).
• Jesús había dicho: “Cuando los juzguen, no se preocupen por lo que van a decir ni cómo tendrán que hacerlo; en esa misma hora se les dará lo que van a decir; Pues no van a ser ustedes los que hablarán, sino el Espíritu de su Padre, el que les hablará por ustedes”. Esta profecía se realizó también en Esteban. Sus adversarios “no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba” (Hechos 6,10). “Los miembros del sanedrín tuvieron la impresión de ver en su rostro el rostro de un ángel” (Hechos 6,15). Esteban hablaba “repleto de Espíritu Santo” (Hechos 7,55). Por esto, la rabia de los demás era tan grande y lo lincharon.
• Hoy también sucede lo mismo. En muchos lugares mucha gente es arrastrada ante los tribunales y sabe dar respuestas que superan en sabiduría las de sabios y entendidos (Lc 10,21).
4) Para la reflexión personal
• Poniéndote en la
posición de Esteban: ¿has sufrido alguna vez por causa de tu fidelidad al
Evangelio?
• La sencillez del pesebre y la dureza del martirio van a la par en la vida de Santos y Santas y en la vida de tantas personas que hoy son perseguidas hasta la muerte por causa de su fidelidad al evangelio.
¿Tú conoces de cerca personas
así?
5) Oración final
En ti, Señor, me cobijo,
¡nunca quede defraudado!
¡Líbrame conforme a tu justicia,
tiende a mí tu oído, date prisa! (Sal 31,2-3)
¡nunca quede defraudado!
¡Líbrame conforme a tu justicia,
tiende a mí tu oído, date prisa! (Sal 31,2-3)
Orden de los Carmelitas
miércoles, 25 de diciembre de 2019
La Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este
miércoles en que celebramos la solemnidad de la Natividad del Señor.
Dios nos bendice…
Lectio Divina: Natividad del Señor (A)
Lectio
Miércoles, 25 diciembre, 2019
El prólogo del evangelio de Juan
Juan 1,1-18
Juan 1,1-18
1. ORACIÓN INICIAL
En la oscuridad de una
noche sin estrellas,
la noche vacía de sentido
tú, Verbo de la Vida,
como relámpago en la tempestad del olvido,
has entrado en el límite de la duda,
al abrigo de los confines de la precariedad,
para esconder la luz.
Palabras hechas de silencio y de cotidianidad
tus palabras humanas, precursoras de los secretos del Altísimo:
como anzuelos lanzados en las aguas de la muerte
para encontrar al hombre, sumergido en su ansiosa locura,
y retenerlo preso, por el atrayente resplandor del perdón.
A Ti, Océano de Paz y sombra de la eterna Gloria, te doy gracias:
Mar en calma para mi orilla que espera la ola, ¡que yo te busque!
Y la amistad de los hermanos me proteja
cuando la tarde descienda sobre mi deseo de ti. Amén.
la noche vacía de sentido
tú, Verbo de la Vida,
como relámpago en la tempestad del olvido,
has entrado en el límite de la duda,
al abrigo de los confines de la precariedad,
para esconder la luz.
Palabras hechas de silencio y de cotidianidad
tus palabras humanas, precursoras de los secretos del Altísimo:
como anzuelos lanzados en las aguas de la muerte
para encontrar al hombre, sumergido en su ansiosa locura,
y retenerlo preso, por el atrayente resplandor del perdón.
A Ti, Océano de Paz y sombra de la eterna Gloria, te doy gracias:
Mar en calma para mi orilla que espera la ola, ¡que yo te busque!
Y la amistad de los hermanos me proteja
cuando la tarde descienda sobre mi deseo de ti. Amén.
2. LECTURA
a) El texto:
1 En el principio existía la Palabra y la Palabra
estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. 2 Ella estaba
en el principio junto a Dios. 3 Todo se hizo por ella y
sin ella no se hizo nada Lo que se hizo 4 en ella era la
vida y la vida era la luz de los hombres, 5 y la luz
brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron. 6 Hubo
un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. 7 Éste vino
para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por
él. 8 No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de
la luz. 9 La Palabra era la luz verdadera que ilumina a
todo hombre, viniendo a este mundo.10 En el mundo estaba, y el
mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció.11 Vino a
los suyos, y los suyos no la recibieron.12 Pero a todos los que
la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su
nombre;13 los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de
carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios.14 Y la
Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su
gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de
verdad.15 Juan da testimonio de él y clama: «Este era del que
yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía
antes que yo.»16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y
gracia por gracia.17 Porque la Ley fue dada por medio de
Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. 18 A
Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre,
él lo ha contado.
b) Momento de silencio:
Dejamos que la Voz del
Verbo resuene en nosotros.
3. MEDITATIO
a) Preguntas para la
reflexión:
- Dios, que es luz, ha
escogido ahuyentar las tinieblas del hombre, haciéndose él mismo tinieblas. El
hombre ha nacido ciego (cfr Jn 9,1-41): la ceguera es para él la condición de
creatura. El gesto simbólico de Jesús de recoger fango y derramarlo sobre los
ojos del ciego de nacimiento de Juan, nos quiere indicar la novedad de la
encarnación: es un gesto de la nueva creación. A aquel ciego, cuando aún
estaban sus ojos cubiertos por el fango de la creación, se le pide, no un acto
de fe, sino de obediencia: ir a la piscina de Siloé que significa “enviado”. Y
el enviado es Jesús. ¿Sabremos obedecer a la Palabra que cada día llega
a nosotros?
- El hombre ciego en el
evangelio de Juan es un pobre: no pretende nada, no pide nada. También
nosotros, a menudo, vivimos en la ceguera cotidiana con la resignación de quien
no merece horizontes diversos. ¿Nos reconoceremos privado de todo, para
que sea también destinado a nosotros el don de Dios, don de la redención de la
carne, pero sobre todo don de luz y de fe?
- La ley fue dada por
medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios
ninguno lo ha visto: sólo el Hijo unigénito, que está en el seno del Padre, él
lo ha revelado” (Jn 1,17-18). La inteligencia de lo que acaece en la historia
de nuestra vida nos lleva a salir de la ceguera de la presunción y a contemplar
la luz que brilla sobre el rostro del Hijo de Dios. Y nuestros ojos, inundados
de luz, se abren a los acontecimientos. ¿Cuándo conseguiremos ver a
Dios entre nosotros?
b) Clave de lectura:
Juan, un hombre que ha
tenido ocasión de ver resplandecer la luz, que ha visto, oído, tocado, la luz.
En el principio el Verbo existía: constantemente dirigido hacia el amor del
Padre, se ha convertido en la explicación verdadera, en la exégesis única (Jn
1,18), la revelación de su amor. En el Logos era la vida y la vida era la luz,
pero las tinieblas no la han acogido. En el Antiguo Testamento la revelación
del Verbo de Dios es revelación de luz: a ella corresponde la plenitud de la
gracia, la gracia de la gracia, que se nos da en Jesús, revelación del amor sin
límites de Dios (Jn 1,4-5,16). También todo el testimonio del Antiguo
Testamento es un testimonio de luz: desde Abrahán a Juan Bautista, Dios manda
testimonios de la luz; Juan Bautista es el último de ellos: anuncia la luz que
está por venir en el mundo y reconoce en Jesús la luz esperada (Jn 1,6-8;15).
Dabar IHWH es la comunicación de Dios con el hombre, dada para
todos aquéllos que Dios ha llamado y aquéllos sobre los cuáles cae, sobre los cuáles
viene la palabra del Señor (cfr Is 55,10-11). Como dice San Agustín: La
Palabra de Dios es la verdadera luz.
La palabra sale de la
boca de Dios, pero conserva toda su fuerza, es persona, crea y sostiene el
mundo. Esta palabra que crea y salva se identifica con la Torah, con la que
Israel entiende la revelación divina en su totalidad, con la Sabiduría: De
Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra del Señor (Is 2,3).
El memra (arameo)
es el concepto que ha servido a Juan para pasar del dabar al logos:
en los targum el memra tiene una función creadora, pero sobre
todo reveladora, que se expresa de modo particular a través de la imagen de la
luz. En el Targum Neophiti, en el famoso poema de las cuatro noches sobre Éx.
12,42 está escrito: La primera noche fue aquélla en la que IHWH se
manifestó sobre el mundo para crearlo: el mundo estaba desierto y vacío y las
tinieblas recubrían la faz del abismo. Y el menra de IHWH era la luz que
brillaba.” En el Targum Jerusalaim el manuscrito 110 dice: “Con
su palabra IHWH brillaba e iluminaba”.
El midrash subraya que
la ley existía antes del mundo, era vida, era luz: “Las palabras de la
Torah son luz para el mundo” (Midrash Dt Rabba 7.3). Hija unigénita de
Dios, la Torah ha sido escrita con fuego negro en la llama blanca y yace sobre
las rodillas de Dios, mientras Dios se sienta sobre el trono de gloria (cfr
Midrash al Salmo 90.3).
El logos-luz se hace
presente en el mundo: Todo es vida en él: el Verbo substituye a la Torah.
Se
transcienden los signos, y más que substitución se asiste a un cumplimiento. Si
la Torah para el judío es la hija de Dios, Juan muestra que élla es el logos,
que desde el principio está junto a Dios, es Dios. Este logos se hace carne:
hombre, caduco, limitado, finito, metiendo su gloria en la carne. Él ha puesto
su tienda, skené, entre nosotros, se ha convertido en sekinah de
Dios entre nosotros, y ha hecho ver la gloria, la presencia aplastante de Dios
a los hombres. La gloria que habitaba en la tienda del Éxodo ( Éx 40,34-38),
que habitaba en el templo (1 Re 8,10), ahora habita en la carne del Hijo de
Dios. Es una verdadera epifanía. La shekinak se hace visible,
porque la shekinah es Cristo, lugar de la presencia y de la
gloria divina. Hay quien ha visto la gloria de Dios: el Unigénito lleno de gracia
y de verdad; él viene a revelarnos el rostro del Padre, el único que puede
hacerlo, porque está en el seno del Padre. De esta plenitud de vida tiene
origen la nueva creación. Moisés ha dado la ley, Cristo da la gracia y la
verdad, el amor, la fidelidad. En el Hijo se puede contemplar a Dios sin morir,
porque quien ve al Hijo ve al Padre: Jesús es la exégesis, la narración de la
vida divina.
Y el lugar de revelación
su carne. He aquí por qué Juan dirá en el cumplimiento de la hora: “Nosotros
hemos visto su gloria” (Jn 1,14), donde por “hora de la glorificación”
no se ve otra cosa que tinieblas. La luz está escondida en su dar la vida por
amor de los hombres, en el amor hasta el final, sin volver atrás, respetando la
libertad del hombre de crucificar al Autor de la vida: Dios es glorificado en
el momento de la pasión: un amor cumplido, definitivo, sin límites, un amor
demostrado hasta las últimas consecuencias: Es el misterio de la luz que se
hace camino en las tinieblas, sí, porque el amor ama la oscuridad de la noche:
cuando la vida se hace más íntima y las propias palabras mueren para vivir en
el respiro de la persona amada la luz está en el amor que ilumina aquella hora
de expropiación, hora en la que se pierde uno mismo, para encontrarse
restituido en el abrazo de la vida.
4. ORACIÓN
Jerusalén, quítate el
vestido de luto y aflicción
y vístete ya siempre con las galas de la gloria de Dios.
Envuélvete en el manto de la justicia divina
y adorna tu cabeza con la gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu esplendor a toda la tierra
y te dará para siempre este nombre:
«Paz en la justicia y gloria en la piedad».
Levántate, Jerusalén, súbete en alto,
mira hacia oriente
y contempla a tus hijos convocados desde oriente a occidente
por la palabra del Santo y disfrutando del recuerdo de Dios.
Se te marcharon a pie,
conducidos por el enemigo,
pero Dios te los devuelve
encumbrados en gloria y en litera real.
Porque Dios ha ordenado rebajarse
a todo monte elevado y a las dunas permanentes,
y rellenarse a los barrancos, hasta nivelar la tierra,
para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios.
Y hasta los bosques y los árboles aromáticos
darán sombra a Israel por orden de Dios.
Porque Dios conducirá a Israel con alegría a la luz de su gloria,
con su misericordia y su justicia.
Baruc 5,1-9
y vístete ya siempre con las galas de la gloria de Dios.
Envuélvete en el manto de la justicia divina
y adorna tu cabeza con la gloria del Eterno.
Porque Dios mostrará tu esplendor a toda la tierra
y te dará para siempre este nombre:
«Paz en la justicia y gloria en la piedad».
Levántate, Jerusalén, súbete en alto,
mira hacia oriente
y contempla a tus hijos convocados desde oriente a occidente
por la palabra del Santo y disfrutando del recuerdo de Dios.
Se te marcharon a pie,
conducidos por el enemigo,
pero Dios te los devuelve
encumbrados en gloria y en litera real.
Porque Dios ha ordenado rebajarse
a todo monte elevado y a las dunas permanentes,
y rellenarse a los barrancos, hasta nivelar la tierra,
para que Israel camine seguro bajo la gloria de Dios.
Y hasta los bosques y los árboles aromáticos
darán sombra a Israel por orden de Dios.
Porque Dios conducirá a Israel con alegría a la luz de su gloria,
con su misericordia y su justicia.
Baruc 5,1-9
5. CONTEMPLACIÓN
Padre de la luz, vengo a
tí con todo el grito de mi existir. Después de dar pasos buenos y de resbalones
en el mal, llego a entender, porque lo experimento, que por mí sólo existo en
la oscuridad de las tinieblas. Sin tu luz, no veo nada. Eres tú, en efecto, la
fuente de la vida, tú, Sol de justicia, el que abre mis ojos, tú el camino que
conduce al Padre. Hoy has venido a nosotros, Palabra eterna, como luz que sigue
atravesando las páginas de la historia para ofrecer a los hombres los dones de
la gracia y de la alegría en el desierto de la carestía y de la ausencia: el
pan y el vino de tu Nombre santo, que en la hora de la Cruz se convirtieron en
el signo visible del amor consumado, nos hacen nacer contigo en el seno fecundo
que es la Iglesia, la cuna de tu vida para nosotros. Como María, queremos estar
cerca de ti para aprender a ser como Ella, llena de la gracia del Altísimo. Y
cuando nuestras tiendas recojan la nube del Espíritu en el fulgor de una
palabra pronunciada, entonces entenderemos la gloria de tu Rostro y
bendeciremos en un silencio orden de los adorantes sin ninguna frialdad, la
Belleza del ser una sola cosa contigo, Verbo del Dios viviente.
Orden de los Carmelitas
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