lunes, 31 de diciembre de 2018
sábado, 29 de diciembre de 2018
“Quien ama a su hermano permanece en la luz”
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios, en este sábado del
tiempo de Navidad.
Dios nos bendice...
Primera lectura
Lectura
de la primera carta del apóstol san Juan 2,3-11:
Queridos hermanos: En esto sabemos
que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: "Yo
le conozco", y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no
está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha
llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice
que permanece en él debe vivir como vivió él. Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que
tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis
escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo -lo cual es
verdadero en él y en vosotros-, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera
brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en
las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero
quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no
sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.
Salmo
Sal
95,1-2a.2b-3.5b-6 R/. Alégrese el cielo, goce la tierra
Cantad al Señor un cántico
nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.
Proclamad día tras día su
victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.
El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R/.
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R/.
Evangelio del día
Lectura
del santo evangelio según san Lucas 2,22-35
Cuando llegó el tiempo de la
purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a
Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del
Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la
oblación, corno dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso,
que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo moraba en él. Había
recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al
Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto
por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor,
según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han
visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para
alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño.
Simeón los bendijo, diciendo a María su madre: «Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma.»
Comentario
1. Ofertas de Luz
1.1 Las lecturas de hoy van unidas en el tema de la luz. El que está en Cristo tiene luz porque Cristo mismo es la luz. ¿Qué significa esto para nosotros?
1.2 Es interesante al respecto recordar que los cristianos llamaban "iluminación" a la recepción del bautismo: era entendido este sacramento como entrar en la luz.
1.3 Mas luego llegaron otras ofertas de luz. En el siglo XVIII se llamó "oscura" a la época en que la fe tenía preponderancia social y presencia académica. El tiempo entre el humanismo griego y el humanismo renacentista fue considerado una época "sombría," de modo que ser bautizado y público creyente fue considerado "oscurantismo." Los pensadores que estas cosas decían llamaron a su propio tiempo "iluminación," o, como es conocido más comúnmente, "ilustración."
1.4 La luz vuelve a ser tema en la Nueva Era. En multitud de metáforas y sugestivas imágenes la Nueva Era nos quiere invitar a acoger la luz, pero esta vez se trata de una luz que ya no predica la sola (y "fría") racionalidad sino que anuncia una especie de experiencia espiritual, de fusión con el cosmos o de conexión con potencias celestiales o mensajeros de sabiduría.
1.5 En el ambiente esotérico es común hablar de los "grandes maestros" (entre los que estaría el mismo Cristo) y presentarlos como ejemplos de verdaderos "iluminados." Según estos "nuevaeristas," la iluminación viene a través de la meditación, la superación o anulación del ego, y otras cosas que en realidad pretenden superar los males del racionalismo egocéntrico de la Modernidad, es decir, de la anterior Iluminación o Ilustración.
2. La Nueva Era Es Todo, Menos Nueva
2.1 La Primera Carta de Juan ya tuvo que tratar el tema de la gente que se creía muy iluminada pero que llevaba una vida oscura. Lo básico es que la vida tiene que resplandecer, y que una luz que se queda en el nivel del conocimiento no es luz verdadera.
2.2 El racionalismo de la Ilustración o las experiencias mentales de la Nueva Era suceden en el nivel del intelecto, esto es, de la mente entendida como superior o independiente de la realidad temporal y corporal que tenemos. La razón endiosada o el cerebro recargado de sensaciones densas se suponen superiores a la vida que transcurre más allá de la reflexión o el conocimiento. El texto de hoy va exactamente en contra de ese modo de ver las cosas.
2.3 Frente
a los que se enorgullecían de su conocimiento (que en griego se dice
"gnosis") Juan pronuncia una palabra clara: ¿cómo está tu vida? Y la
vida se refleja en criterios visibles: los mandamientos, no sólo en el sentido
de los Diez Mandamientos, que no quedan excluidos, sino en el sentido amplio de
conformidad con el querer divino. Y en cuanto ese querer significa vida y
salvación para mi hermano, tener luz es estar en camino de anunciar y
comunicar
vida, amor, salvación a mi hermano.
http://fraynelson.com/homilias.html.
viernes, 28 de diciembre de 2018
«Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto»
¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en
este jueves del Tiempo de Navidad, en que celebramos la fiesta de los Santos Inocentes,
mártires.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: SANTOS
INOCENTES
Lectio:
Viernes, 28 diciembre,
2018
Tiempo de Navidad
1) Oración inicial
Dios nuestro, que
concediste a los Santos Inocentes dar testimonio de Cristo, no de palabra, sino
con su sangre, ayúdanos a poner de manifiesto nuestra fe, no sólo con nuestros
labios, sino, más bien, con nuestra conducta diaria. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
2) Lectura
Del santo Evangelio según
Mateo 2,13-18
Cuando los magos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
Entonces, Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
3) Reflexión
• El Evangelio de Mateo,
redactado entorno a los años 80 y 90, tiene la preocupación de mostrar que en
Jesús se realizan las profecías. Muchas veces se dice: “Esto sucedió para que
se realizara lo que dice la escritura…” (cf. Mt 1,22; 2,17.23; 4,14; 5,17;
etc.). Es porque los destinatarios del Evangelio de Mateo son las comunidades
de judíos convertidos que vivían una crisis profunda de fe y de identidad.
Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70, los fariseos eran el único
grupo superviviente del judaísmo. En los años 80, cuando empezaron a
reorganizarse, creció la oposición entre judíos fariseos y judíos cristianos.
Estos últimos terminaron siendo excomulgados de la sinagoga y separados del
pueblo de las promesas. La excomulga volvió a agudizar el problema de la
identidad. No podían frecuentar más sus sinagogas. Y llegó la duda: ¿Será que
nos equivocamos? ¿Quién es el verdadero pueblo de Dios? Jesús, ¿es realmente el
Mesías?
• Es para este grupo sufrido que Mateo escribe su evangelio como Evangelio de la consolación para ayudarlos a superar el trauma de la ruptura, como Evangelio de la revelación para mostrar que Jesús es el verdadero Mesías, el nuevo Moisés, en quien se realizan las promesas; como Evangelio de la nueva práctica para enseñar el camino de cómo alcanzar la nueva justicia, mayor que la justicia de los fariseos (Mt 5,20).
• En el evangelio de hoy aparece esta preocupación de Mateo. El consuela las comunidades perseguidas mostrando que Jesús también fue perseguido. El revela que Jesús es el Mesías, pues por dos veces insiste en decir que las profecías se realizarán en él; y sugiere además que Jesús es el nuevo Moisés, pues al igual que Moisés fue perseguido y tuvo que huir. El indica un nuevo camino, sugiriendo que deben hacer como los magos que supieron evitar la vigilancia de Herodes e volvieron por otro camino a su morada.
4) Para la reflexión
personal
• Herodes mandó matar a
los niños de Belén. El Herodes de hoy sigue matando a millones de niños. Mueren
de hambre, de enfermedad, de desnutrición, por el aborto. ¿Quién es hoy
Herodes?
• Mateo ayuda a superar la crisis de fe y de identidad. Hoy, muchos viven una crisis profunda de fe y de identidad. El Evangelio, ¿cómo puede ayudar a superar esta crisis de fe?
5) Oración final
Nuestra ayuda es el Nombre
del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. (Sal 124,8)
que hizo el cielo y la tierra. (Sal 124,8)
Orden de los Carmelitas
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