¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la
29ª semana del Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: LUCAS
13,1-9
Lectio:
Sábado, 27 octubre, 2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
Dios todopoderoso y
eterno, te pedimos entregarnos a ti con fidelidad y servirte con sincero
corazón. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Lucas
13,1-9
En aquel mismo momento llegaron algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo.» Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: `Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala; ¿Para qué ha de ocupar el terreno estérilmente?' Pero él le respondió: `Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.'»
3) Reflexión
• El evangelio de hoy nos
proporciona informaciones que encontramos sólo en el evangelio de Lucas y no
tienen pasajes paralelos en otros evangelios. Estamos meditando el largo
caminar de Jesús, desde Galilea hasta Jerusalén, que ocupa casi la mitad del
evangelio de Lucas, desde el capítulo 9 hasta el capítulo 19 (Lc 9,51 a 19,28).
Es aquí donde Lucas coloca la mayor parte de la información que tiene sobre la
vida y la enseñanza de Jesús (Lc 1,1-4).
• Lucas 13,1: El
acontecimiento que pide una explicación. “En aquel mismo momento llegaron
algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilatos
con la de sus sacrificios.”. Cuando leemos los periódicos o cuando asistimos al
noticiario en la TV, recibimos muchas informaciones, pero no siempre evaluamos
todo su significado. Escuchamos todo, pero no sabemos bien qué hacer con tantas
informaciones y noticias. Noticias terribles como el tsunami, el terrorismo,
las guerras, el hambre, la violencia, el crimen, los atentados, etc. Así fueron
a llevar a Jesús la noticia de la terrible masacre que Pilatos, gobernador
romano, hizo con algunos peregrinos samaritanos. Noticias así nos incomodan.
Nos derriban: ¿Qué puedo hacer?” Para apaciguar la conciencia, muchos se
defienden y dicen: “¡Es su culpa! ¡No trabajan! ¡Es gente llena de prejuicios!”
En tiempo de Jesús, la gente se defendía diciendo: “¡Es un castigo de Dios por
sus pecados!” (Jn 9,2-3). Desde hace siglos se enseñaba: “Los samaritanos no
valen. ¡Siguen una religión equivocada!” (2Re 17,24-41)!
• Lucas 13,2-3: La
respuesta de Jesús. Jesús tiene otra opinión. "¿Pensáis que esos galileos
eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas
cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo
modo”. Jesús ayuda a las personas a leer los hechos con otros ojos y a sacar
una conclusión para su vida. Dice que no fue castigo de Dios. Por el contrario:
“Y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo” y procura alertar hacia
la conversión y el cambio.
• Lucas 13,4-5: Jesús
comenta otro hecho. “O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de
Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que
habitaban en Jerusalén?” Debe haber sido un desastre muy comentado en la
ciudad. Una tormenta derribó la torre de Siloé y mató a dieciocho personas que
se estaban abrigando debajo. El comentario normal era: “¡Castigo de Dios!”
Jesús repite: “No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del
mismo modo ". Ellos no se convirtieron, no cambiaron, y cuarenta años
después Jerusalén fue destruida y mucha gente murió asesinada en el Templo como
los samaritanos, y mucha más murió debajo de los escombros de las murallas de
la ciudad. Jesús trató de prevenir, pero no escucharon la petición de paz:
“¡Jerusalén! ¡Jerusalén!” (Lc 13,34). Jesús enseña a descubrir las llamadas que
vienen de los acontecimientos de la vida de cada día.
• Lucas 13,6-9: Una
parábola para que la gente piense y descubra el proyecto de Dios. " Les dijo
esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a buscar
fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: `Ya hace tres años
que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala; ¿Para qué
ha de ocupar el terreno estérilmente?' Pero él le respondió: `Señor, déjala por
este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si
da fruto en adelante; y si no da, la cortas.” Muchas veces la viña es usada
tanto para indicar el cariño que Dios tiene hacia su pueblo o como falta de
correspondencia de parte de la gente hacia el amor de Dios (Is 5,1-7; 27,2-5;
Jr 2,21; 8,13; Ez 19,10-14; Os 10,1-8; Mq 7,1; Jn 15,1-6). En la parábola, el
dueño de la viña es Dios Padre. El agricultor que intercede por la viña es
Jesús. Insiste con el Padre para alargar el espacio de la conversión.
4) Para la reflexión
personal
• El pueblo de Dios, la
viña de Dios. Yo soy un pedazo de esta viña. Me aplico la parábola de la viña.
¿Qué conclusiones saco?
• ¿Qué hago con las
noticias que recibo? ¿Trato de tener una opinión crítica, o sigo la opinión de
la mayoría y de los medios de comunicación?
5) Oración final
¿Quién como el Señor,
nuestro Dios,
con su trono arriba, en las alturas,
que se abaja para ver el cielo y la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre del estiércol. (Sal 113,5-7)
con su trono arriba, en las alturas,
que se abaja para ver el cielo y la tierra?
Levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre del estiércol. (Sal 113,5-7)
Orden de los Carmelitas
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