¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio, en este sábado de la semana
21ª del tiempo ordinario.
Dios nos bendice...
LECTIO DIVINA: MATEO
23,1-12
Lectio:
Sábado, 25 agosto, 2018
Tiempo Ordinario
1) Oración inicial
¡Oh Dios!, que has
preparado bienes inefables para los que te aman; infunde tu amor en nuestros
corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos
alcanzar tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor.
2) Lectura del Evangelio
Del Evangelio según Mateo
23,1-12
Entonces Jesús se dirigió
a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han
sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os
digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas
y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren
moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; ensanchan
las filacterias y alargan las orlas del manto; quieren el primer puesto en los
banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las
plazas y que la gente les llame `Rabbí'. «Vosotros, en cambio, no os dejéis
llamar `Rabbí', porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos
hermanos. Ni llaméis a nadie `Padre' vuestro en la tierra, porque uno solo es
vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar `Instructores', porque
uno solo es vuestro Instructor: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro
servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será
ensalzado.
3) Reflexión
• (Hoy, 23 de agosto, en
América Latina, se celebra la fiesta de Santa Rosa de Lima que tiene su propio
evangelio: Mateo 13,44-46, cuyo comentario se encuentra en el día 30 de julio).
• El evangelio de hoy
forma parte de la larga crítica de Jesús contra los escribas y los fariseos (Mt
23,1-39). Lucas y Marcos tienen apenas unos trozos de esta crítica contra las
lideranzas religiosas de la época. Sólo el evangelio de Mateo nos informa sobre
el discurso, por entero. Este texto tan severo deja entrever lo enorme que era
la polémica de las comunidades de Mateo con las comunidades de los judíos de
aquella época en Galilea y en Siria.
• Al leer estos textos
fuertemente contrarios a los fariseos debemos tener mucho cuidado para no ser injustos
con el pueblo judío. Nosotros los cristianos, durante siglos, tuvimos actitudes
anti-judaicas y, por esto mismo, anti-cristianas. Lo que importa al meditar
estos textos es descubrir su objetivo: Jesús condena la incoherencia y la falta
de sinceridad en la relación con Dios y con el prójimo. Está hablando contra la
hipocresía tanto de ellos como de nosotros, hoy.
• Mateo 23,1-3: El
error básico: dicen y no hacen. Jesús se dirige a la multitud y a los
discípulos y critica a los escribas y fariseos. El motivo del ataque es la
incoherencia entre palabra y práctica. Hablan y no practican. Jesús reconoce la
autoridad y el conocimiento de los escribas. “Están sentados en la cátedra
de Moisés. Por esto, haced y observad todo lo que os digan. Pero no imitéis su
conducta, porque dicen y no hacen!”
• Mateo 23,4-7: El
error básico se manifiesta de muchas maneras. El error básico es la
incoherencia: “Dicen y no hacen”. Jesús enumera varios puntos
que revelan una incoherencia. Algunos escribas y fariseos imponen leyes pesadas
a la gente. Conocían bien las leyes, pero no las practican, ni usan su
conocimiento para aliviar la carga sobre los hombros de la gente. Hacían todo
para ser vistos y elogiados, usaban túnicas especiales para la oración, les
gustaba ocupar sitios importantes y ser saludados en la plaza pública. Querían
ser llamados ¡“Maestro”¡ Representaban un tipo de comunidad que mantenía,
legitimaba y alimentaba las diferencias de clase y de posición social.
Legitimaba los privilegios de los grandes y la posición inferior de los
pequeños. Ahora, si hay una cosa que a Jesús no le gusta son las apariencias
que engañan.
• Mateo 23,8-12: Cómo
combatir el error básico. ¿Cómo debe ser una comunidad cristiana? Todas las
funciones comunitarias deben ser asumidas como un servicio: “El mayor
entre vosotros será vuestro servidor!” A nadie hay que llamar Maestro
(Rabino), ni Padre, ni Guía. Pues la comunidad de Jesús debe mantener,
legitimar, alimentar no las diferencias, sino la fraternidad. Esta es la ley
básica: “Ustedes son hermanos y hermanas!” La fraternidad nace
de la experiencia de que Dios es Padre, y que hace de todos nosotros hermanos y
hermanas. “Pues, el que se ensalce será humillado, y el que se humille
será ensalzado!”
• El grupo de los
Fariseos. El grupo de los
fariseos nació en el siglo II antes de Cristo con la propuesta de una
observancia más perfecta de la Ley de Dios, sobre todo de las prescripciones
sobre la pureza. Ellos eran más abiertos que los saduceos a las novedades. Por
ejemplo aceptaban la fe en la resurrección y la fe en los ángeles, cosa que los
saduceos no aceptaban. La vida de los fariseos era un testimonio ejemplar:
rezaban y estudiaban la ley durante ocho horas al día; trabajaban durante ocho
horas para poder sobrevivir; descansaban y se divertían otras ocho horas. Por
eso, eran considerados grandes líderes entre la gente. De este modo, a lo largo
de siglos, ayudaron a la gente a conservar su identidad y a no perderse.
• La mentalidad
llamada farisáica. Con el tiempo, sin embargo, los fariseos se
agarraron al poder y dejaron de escuchar los llamados de la gente, ni dejaron
que la gente hablara. La palabra “fariseo” significa “separado”.
Su observancia era tan estricta y rigurosa que se distanciaban del común de la
gente. Por eso, eran llamados “separados”. De ahí nace la expresión
"mentalidad farisáica". Es de las personas que piensan poder
conquistar la justicia a través de una observancia escrita y rigurosa de la Ley
de Dios. Generalmente, son personas miedosas, que no tienen el valor de asumir
el riesgo de la libertad y de la responsabilidad. Se esconden detrás de la ley
y de las autoridades. Cuando estas personas alcanzan una función de mando, se
vuelven duras e insensibles para esconder su imperfección.
• Rabino, Guía,
Maestro, Padre. Son los cuatro títulos que Jesús no permite que la
gente use. Y sin embargo, hoy en la Iglesia, los sacerdotes son llamados
“padre”. Muchos estudian en las universidades de la Iglesia y obtienen el
título de “Doctor” (maestro). Mucha gente hace dirección espiritual y se
aconseja con las personas que son llamadas “Director espiritual” (guía). Lo que
importa es que se tenga en cuenta el motivo que llevó a Jesús a prohibir el uso
de estos títulos. Si son usados para que una persona se afirme en una posición
de autoridad y de poder, son mal usados y esta persona se merece la crítica de
Jesús. Si son usados para alimentar la fraternidad y el servicio y para
profundizar en ellos, no son criticados por Jesús. .
4) Para la reflexión
personal
• ¿Cuáles son las
motivaciones que tengo para vivir y trabajar en la comunidad?
• Cómo la comunidad me
ayuda a corregir y mejorar mis motivaciones?
5) Oración final
Escucharé lo que habla
Dios.
Sí, el Seño habla de futuro
para su pueblo y sus amigos,
que no recaerán en la torpeza. (Sal 85,9)
Sí, el Seño habla de futuro
para su pueblo y sus amigos,
que no recaerán en la torpeza. (Sal 85,9)
Orden de los Carmelitas
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