sábado, 6 de mayo de 2017

«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna»

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar la Palabra de Dios y el comentarlo, en este sábado de la 3ª semana de Pascua.

Dios nos bendice...

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,31-42):

EN aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en el temor del Señor, y se multiplicaba con el consuelo del Espíritu Santo.
Pedro, que estaba recorriendo el país, bajó también a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla.
Pedro le dijo:
«Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y arregla tu lecho».
Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Sarón, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba.
Como Lida está cerca de Jafa, al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle:
«No tardes en venir a nosotros».
Pedro se levantó y se fue con ellos. Al llegar, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron todas las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela mientras estuvo con ellas. Pedro, mandando salir fuera a todos, se arrodilló, se puso a rezar y, volviéndose hacia el cuerpo, dijo:
«Tabita, levántate».
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él, dándole la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.

Palabra del Señor

Salmo

Sal 115,12-13.14-15.16-17

R/.
 ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando el nombre del Señor. R/.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R/.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando el nombre del Señor. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,60-69):

EN aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?».
Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?».
Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

Palabra del Señor

Comentario

1. Poder de Cristo


1.1 Solemos asociar la palabra "poder" con un riesgo, una amenaza. Sucede así porque los poderosos que hemos conocido utilizan a menudo su fuerza en provecho propio, de modo que su ascenso se logra sobre la ruina o desgracia de otros menos favorecidos.

1.2 Por eso es grande encontrarse con el poder de Cristo, el Señor de la Gloria, el Pastor Bueno, el Hermano Compasivo, el Humilde y Manso de Corazón. ¡He aquí por fin uno que une a su fuerza su misericordia, y a su sabiduría su incomparable poder!

1.3 El poder de Cristo brilla en todo pero nosotros lo descubrimos más rápidamente y mejor en los enfermos y caídos. Eneas, tullido, y Tabita, ya difunta, son la imagen viva de aquellos inocentes y bondadosos que han quedado tendidos a lo largo del camino. Viene en ayuda de su desfallecimiento la energía de Cristo, que ha vencido a la enfermedad y la muerte.

1.4 Nosotros tenemos seguramente algo o mucho de esos desfallecidos. Como Tabita hemos tratado de lograr muchas cosas buenas que nos han quedado a medio hacer. La palabra de Pedro en esta primera lectura nos levanta en el Nombre de Jesús y nos da el vigor que por nosotros mismos no teníamos.


2. ¿A quién iremos?


2.1 En el evangelio de hoy continuamos reflexionando sobre el Pan de la Vida. Cristo ha declarado su carne como alimento de verdad y ha enseñado que la bebida verdadera es su propia Sangre. Un anuncio que desborda nuestras expectativas y compromete de tal modo nuestro corazón en gratitud y obediencia, que muchos dan la espalda. Al fin y al cabo ya se habían llenado el vientre por una tarde.

2.2 En el Evangelio según san Mateo se llama a Cristo "Dios con nosotros". Lo que no es seguro es que queramos ser "Nosotros con Él". Él quiere ser Pan para nosotros; lo que no es seguro es que nosotros queramos ser hambre que acoge su pan.

2.3 El tono de Cristo en uno de los momentos más duros de su ministerio público sigue siendo claro y valiente. No entra en lamentaciones por los que se van ni en negociaciones con los que aún se quedan. Ha ofrecido todo su amor; no tiene cartas escondidas ni tampoco un "Plan B". Simplemente se ha dado a sí mismo. Acogerlo es salvarse; rechazarlo es condenarse.

http://fraynelson.com/homilias.html.


No hay comentarios:

Publicar un comentario