Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio
y el comentario, en este día en que celebramos la fiesta de san Andrés apóstol.
Dios nos bendice...
Evangelio según San
Mateo 4,18-22.
Mientras caminaba a orillas del mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, llamado Pedro, y a su hermano Andrés, que echaban las redes al mar porque eran pescadores. Entonces les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres". Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron. Continuando su camino, vio a otros dos hermanos: a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca con Zebedeo, su padre, arreglando las redes; y Jesús los llamó. Inmediatamente, ellos dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron.
Comentario
1.1 En la escuela, cuando íbamos a iniciar un nuevo párrafo o un
nuevo capítulo siempre oíamos esa expresión del dictado: "punto y
aparte". Algo que se cierra y algo nuevo que empieza. Eso es lo que Jesús
trae a nuestra vida: punto y aparte. Como sucedió a aquellos primeros llamados
por Él: dejaron una vida y empezaron una historia nueva.
1.2 Cristo viene, pues, a romper algo en el hilo de nuestra vida;
o mejor: viene a revelar la continuidad profunda de nuestro hoy incierto con su
mañana glorioso. No es igual pescar peces que pescar hombres, pero hay una
continuidad: pescar. Nuestro hoy y nuestro mañana en Cristo tienen una
continuidad; algo que no hemos podido encontrar y que sólo encontraremos al
ritmo de su voz.
2. Un evangelizador precoz
2.1 Andrés es el evangelizador precoz por excelencia. La idea
viene del Oficio de Lectura de hoy, y la expresa bellamente San Juan
Crisóstomo: Andrés manifiesta pronto lo que había aprendido, pero deja a Jesús
el campo libre para que explique lo que le supera.
2.2 Dos son las cualidades de un
evangelizador, según esto: ser pronto en dar
la buena nueva, y saber detenerse
a tiempo, dando espacio para que Dios obre. O dicho de otro modo: hablar a
tiempo y callar a tiempo. Sí: también el silencio evangeliza. Y la gente necesita
no sólo ver que hablamos de lo que entendemos sino que callamos ante lo que no
entendemos. No sólo predicamos con ardor; también callamos y adoramos con
fervor.
http://fraynelson.com/homilias.html.
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