¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer
y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves de la XVII Semana del
Tiempo Ordinario.
Dios nos bendice…
Evangelio
según San Mateo 13,47-53.
Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le respondieron. Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo". Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.
Comentario
¡Vaya pregunta la que nos
trae Jesús en el evangelio de hoy! "¿Comprendieron todo esto?". Con
más optimismo que tino, aquellos oyentes dijeron que sí. Parece que hubiera sido
más sensato dudar un poco.
Les hablaba Cristo, en
efecto, de los misterios del Reino de Dios. Y aunque sus palabras eran
sencillas, y las imágenes que utilizaba pertenecían al mundo de cada día, no
por ello el contenido debía parecerles tan obvio. Pero ellos creyeron que
entendían. Nos puede pasar también a nosotros.
Descubrir que no entiendo,
darme cuenta de que no me estoy dando cuenta de todo es el principio de la
sabiduría. Es algo como la nube luminosa. Nadie que sepa que no abarca la
profundidad del Evangelio despreciará al Evangelio. Sólo desprecian la buena
nueva los que creen que ya la entienden y que ya ha sido probada a fondo y que
ya ha dado todo de sí.
Y aunque parezca extraño,
eso se da, eso existe. La Europa de nuestros días, por dar sólo un ejemplo,
quiere definirse como indiferente y cuando menos "posterior" al
cristianismo. Millones de europeos sienten que ya aprendieron todo lo que el
Evangelio les podía dar y que la propuesta cristiana ya se ensayó lo
suficiente. Quizá hará falta para ellos que alguien sepa mostrarles de modo
nuevo y sugerente que hay una nube de luz y una luz de niebla que viste la
desnudez de Cristo en la Cruz.
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