¡Amor y paz!
Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio
y el comentario, en este lunes en que celebramos la festividad de Fiesta de la Natividad de la Virgen María -
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
Dios los bendiga…
Evangelio según San Mateo 1,1-16.18-23.
Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham fue padre de Isaac; Isaac, padre de Jacob; Jacob, padre de Judá y de sus hermanos. Judá fue padre de Fares y de Zará, y la madre de estos fue Tamar. Fares fue padre de Esrón; Esrón, padre de Arám; Arám, padre de Aminadab; Aminadab, padre de Naasón; Naasón, padre de Salmón. Salmón fue padre de Booz, y la madre de este fue Rahab. Booz fue padre de Obed, y la madre de este fue Rut. Obed fue padre de Jesé; Jesé, padre del rey David. David fue padre de Salomón, y la madre de este fue la que había sido mujer de Urías. Salomón fue padre de Roboám; Roboám, padre de Abías; Abías, padre de Asá; Asá, padre de Josafat; Josafat, padre de Jorám; Jorám, padre de Ozías. Ozías fue padre de Joatám; Joatám, padre de Acaz; Acaz, padre de Ezequías; Ezequías, padre de Manasés. Manasés fue padre de Amón; Amón, padre de Josías; Josías, padre de Jeconías y de sus hermanos, durante el destierro en Babilonia. Después del destierro en Babilonia: Jeconías fue padre de Salatiel; Salatiel, padre de Zorobabel; Zorobabel, padre de Abiud; Abiud, padre de Eliacím; Eliacím, padre de Azor. Azor fue padre de Sadoc; Sadoc, padre de Aquím; Aquím, padre de Eliud; Eliud, padre de Eleazar; Eleazar, padre de Matán; Matán, padre de Jacob. Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".
Comentario
A diferencia de lo que ocurre con el nacimiento de
Juan Bautista, el evangelio no dice nada del nacimiento de Nuestra Señora la
Virgen María.
Esta fiesta surgió en oriente, y con mucha
probabilidad en Jerusalén, hacia el año 400. Allí estaba siempre viva la
tradición de la casa donde había nacido la Virgen María. Y esta tradición se
consolidó con la dedicación del actual santuario de Santa Ana en la misma
ciudad.
Esta festividad quiere poner de relieve que María
estuvo estrechamente vinculada a su Hijo Jesús, como subrayan los textos
bíblicos que hoy leemos en la Misa.
El profeta Miqueas alerta sobre la suerte del
rey: será humillado por el invasor, pero no será el fin. De nuevo suscitará el
Señor un descendiente de la casa de David para levantar y sostener a su pueblo;
su autoridad tendrá el respaldo del Señor. Se insiste en su origen humilde y en
su reinado de paz.
Mateo comienza el evangelio con la genealogía de
Jesús. La genealogía nos ayuda a conocer nuestros orígenes, nuestras raíces.
Para los judíos era muy importante conservar viva la memoria de sus
antepasados. De esta manera, el nacimiento de Jesús queda vinculado a la
historia de un pueblo, Israel; una historia cargada de promesas y esperanzas,
pero también de fragilidad y de pecado.
Una pequeña historia, en definitiva, que representa
y de la que dependerá toda la historia de hombres y mujeres que evocan todo lo
que de bueno, de frágil, de éxito y de fracaso, de dolor y de sufrimiento
existe en la familia humana: patriarcas, sabios y profetas; buenos y malos
gobernantes; trabajadores, campesinos, desterrados, esclavos, nativos,
emigrantes, prostitutas…
¿Quién, al leer esta primera página del evangelio,
se sentirá excluido de la familia de Jesús? ¿Quién no se sentirá llamado a
participar de la plenitud de las promesas de Dios que se han hecho carne en un
miembro de nuestra familia humana?
Al poner fin a la serie de nombres, Mateo
intencionadamente no llama a María esposa de José, sino todo lo contrario:
José, esposo de María.
Celebramos con gozo el nacimiento de María, porque
de ella nace Jesús, el Hijo de Dios, en quien las promesas de Dios llegan a su
cumplimiento. Toda su grandeza y belleza la recibe la joven María del
Hijo que Dios le ha regalado.
Carlos Latorre
Misionero Claretiano
Misionero Claretiano
ciudadredonda.org
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