jueves, 27 de octubre de 2011

¡Oh humanidad que rechazas el llamado de Dios!

¡Amor y paz!

En el texto del Evangelio de hoy Jesús es todo ternura, cercanía, amor para con el pueblo, la tradición y la elección de Israel y Jerusalén. Pero, al mismo tiempo, es terrible diatriba contra los ‘zorros’ que engañan u ocultan y silencian la verdad.

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este jueves de la XXX Semana del Tiempo Ordinario.

Dos los bendiga…

Evangelio según San Lucas 13,31-35.
En ese momento se acercaron algunos fariseos que le dijeron: "Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte".  El les respondió: "Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.  ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".
Comentario

-Algunos fariseos se acercaron a Jesús para decirle: "Vete, márchate de aquí, que Herodes quiere matarte".

Ya hemos observado que Lucas, a diferencia de Mateo, no parece tener ningún a priori contra los fariseos. Anota aquí un paso que ellos hicieron para salvar la vida de Jesús. Y todo ello, no lo olvidemos, es revelación del clima dramático en el que vivía Jesús: ¡quieren su muerte! Los poderosos de este mundo lo consideran un hombre peligroso al que hay que suprimir. Herodes sería capaz... ya había hecho decapitar a Juan Bautista, unos meses antes solamente (Lucas 3, 19).

Quiero compartir contigo, Señor, esa angustia de tu muerte que se avecina.

-Jesús les contestó: "Id a decir a ese zorro..." Jesús no se presta a dejarse influenciar por Herodes. Es Jesús quien decide su camino a seguir.

Jesús responde a esa amenaza de Herodes con el desprecio: el "zorro" es un animal miedoso que sólo caza de noche y huye a su madriguera al menor peligro... ¡Herodes, ese zorro, ese cobarde! ese hipócrita que no se atreverá siquiera a tomar sobre sí la responsabilidad de la muerte de Jesús y la endosará a Pilatos (Lc 23, 6-12).

-"Mira, hoy y mañana seguiré curando y echando demonios; y al tercer día acabo".

La expresión "el tercer día" es usual en lengua aramea para significar "en plazo breve".

"Acabo"... estoy llegando al final, o bien "he logrado mi objetivo..." Jesús sube a Jerusalén. Sube hacia su muerte. Pero no es un condenado a muerte ordinario. Es consciente de ir hacia un cumplimiento. Jesús conoce perfectamente a lo que va. No morirá el día que Herodes decida, sino ¡el día que Él decida!

-Pero hoy, mañana, y el día siguiente es preciso que prosiga mi camino, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén.

¡Palabras misteriosas! El profeta Oseas había escrito esas otras palabras misteriosas "Dentro de dos días, el Señor nos dará la vida y al tercer día, nos levantará y en su presencia, viviremos" (Oseas 6, 2). Jesús, caminando hacia Jerusalén, caminando hacia su muerte, pone en manos de Dios el cuidado de prolongar su misión.

-¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te 
envían!...

Jerusalén, ciudad de los dones de Dios, ciudad de la "proximidad de Dios..." 

Jerusalén, ciudad de la revuelta contra Dios, del rechazo a Dios... Pero, la tierra y la humanidad entera están simbolizadas en esa ciudad: la historia de los rechazos hechos a Dios por tantos hombres, alcanzara aquí su punto culminante... ¡los hombres van a juzgar a Dios! Y eso continúa también hoy.

-¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca a sus pollitos bajo las alas... pero no habéis querido!

Imagen de ternura. Imagen maternal. El pájaro que protege a sus polluelos (Dt 32 10; Isaías 31, 5, Salmo 17, 8; 57, 2; 61, 5; 63 8; 91, 4).

La oferta de la salvación, de la protección, de la ternura de Dios... ha sido rehusada. "¡No habéis querido!"

-Pero Yo os digo: "No me volveréis a ver hasta el día que exclaméis: Bendito el que viene en nombre del Señor".

Jesús sabe que hay un más allá después de su muerte... Día vendrá en el que se le saludará exclamando: "Bendito el que viene".

Noel Quesson
Palabra de Dios para cada día 2
Evang. de Pentecostés a Adviento
Edit. Claret/Barcelona 1983.Pág. 254 s.
www.mercaba.org

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