sábado, 14 de noviembre de 2015

Es necesario orar siempre sin desanimarse

¡Amor y paz!

Los invito, hermanos, a leer y meditar el Evangelio y el comentario, en este sábado de la 32ª semana del Tiempo Ordinario.

Dios nos bendice…

Evangelio según San Lucas 18,1-8. 
Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: 'Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario'. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'". Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?".  

Comentario


El proceso de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta ha revelado que en una etapa de su vida sufrió una dolorosa "noche oscura". La propia monja lo explicaba en una carta fechada en 1959 a su director espiritual: "Me siento perdida. Dios no me quiere. Dios podría no ser Dios. Podría no existir".

El proceso de beatificación de la célebre monja de Calcuta, dirigido por el sacerdote canadiense Brian Kolodiejchuk, examinó los documentos y testimonios sobre su vida, especialmente su correspondencia con el sacerdote que la dirigía espiritualmente. En ella aparecen reflejadas sus dolorosas inquietudes, que incluyeron dudas sobre la existencia de Dios. Dudas que -según explicó el secretario de la Congregación para la Causa de los Santos, monseñor Nowak-, no pusieron en entredicho nada de su proceso de beatificación: "Se trata de un fenómeno por el que atraviesan todos los grandes místicos y maestros espirituales, como Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz, llamado noche espiritual o noche de los sentidos. Son periodos especiales de la vida espiritual en los que se sienten abandonados por un Dios al que ven lejano".
El padre Van der Peet tuvo que afrontar la cuestión más apasionante de la vida de la religiosa: "escribir un capítulo sobre la vida espiritual de la Madre Teresa que contenga no solo el trabajo de su unión con Cristo, sino también sus experiencias místicas, etc. Debe contener también la Noche Oscura del Alma que duró gran parte de su vida". "Lo mínimo que se puede decir es que no es una empresa fácil", reconoce el religioso, quien considera que estos duros momentos se debieron a "su gran identificación con los pobres».

Monseñor Henry D´Souza, arzobispo de Calcuta, en septiembre pasado reveló a la agencia asiática "UCA News" que la Madre Teresa experimentó durísimas pruebas interiores. En concreto, citó una visita que hizo a la Madre en el Woodlands Hospital, en 1996, donde se encontraba internada a causa de problemas cardíacos. El prelado la vio sumamente desasosegada, con dudas y profundos temores. El arzobispo encargó a un sacerdote salesiano, el padre Rosario Stroscio, de 79 años, que rezara sobre ella una de las oraciones que se pronuncian en ritos de exorcismos, aunque dejó claro que no se trató de un rito exorcismo. "Ella no pronunció conmigo la oración, como si estuviera luchando contra la desazón, pero las religiosas que la rodeaban se mostraron preocupadas por lo que sucedía", afirmó el padre Stroscio. Al día siguiente, las religiosas que cuidaban a la Madre Teresa le dijeron que había dormido tranquilamente el resto de la noche, informaba la agencia católica "UCA News".

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